Geometría variable

El día siguiente de las europeas

JOAN
TAPIA

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El próximo 25 de mayo hay elecciones europeas y esta vez pueden ser más importantes porque los eurodiputados van a tener un papel decisivo en la elección del presidente de la Comisión, para el que hay dos candidatos principales, el democristiano Jean-Claude Juncker y el socialista Martin Schulz.

En España las elecciones también pueden tener más trascendencia política. Las  encuestas predicen un cuasiempate entre populares y socialistas. Si el PSOE gana, no solo invertirá el viento favorable al PP que empezó en las europeas del 2009 (al inicio de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero), sino que abordará el 2015 (autonómicas y municipales en mayo y legislativas en otoño) con más moral al haber pasado página de la debacle del 2011. Por eso, Alfredo Pérez Rubalcaba ha jugado a fondo la candidatura de peso de Elena Valenciano, que no solo ya fue eurodiputada y es la número dos del partido, sino que frente a varios aspectos de la política del PP (aborto y libertades) representa un choque frontal. Y los socialistas predicarán una política económica europea más social, tanto para criticar al tándem Merkel-Rajoy como para disculpar el giro de Zapatero de mayo del 2010 (fue forzado por la derecha alemana). Si Valenciano gana el 25-M, en las primarias socialistas habrá más apuesta de futuro y menos guerrillas del pasado.

Mariano Rajoy no puede perder sin arriesgarse a tener problemas al confeccionar las listas de Madrid y Valencia (señora Aznar incluida), donde los populares pueden perder por primera vez en muchos años, lo que dañaría las expectativas cara a las generales. Seguiría con mayoría absoluta, pero su autoridad ante el partido, los sindicatos, los grupos de intereses, Artur Mas e incluso la UE quedaría tocada. Y Rajoy teme tanto que Valenciano consiga resetear algo el PSOE de siempre como la dispersión del voto derechista (hasta ahora prisionero del PP), tentado por Alejo Vidal-Quadras, Rosa Díez o Ciudadanos. Y es que el 25-M la derecha puede protestar gratis porque al día siguiente Rajoy seguirá gobernando. ¿Es Miguel Arias Cañete -tras la deserción de Jaime Mayor Oreja- el hombre más adecuado? Parece que Rajoy lo ha dudado hasta el último momento. ¿Es el simple antisocialismo tan rentable en el 2014 como en el 2011?

Parlamento fraccionado

Además, habrá que ver el porcentaje de voto que PP y PSOE conservan y el que pierden a favor de otras fuerzas (estatales o nacionalistas). Ahora juntos tienen el 87% de los eurodiputados (en las españolas, el 84%), pero si este porcentaje baja sustancialmente (por el desgaste de los dos en el gobierno), los terceros partidos -IU y UPD- ganarían credibilidad y subiría la hipótesis de un Parlamento fraccionado (y con dificultades para la gobernabilidad) en el 2015.

El resultado en Catalunya también será decisivo. Para tener credibilidad en el actual escenario de conflicto, Mas necesita dos cosas: desbancar a los socialistas como primera fuerza (en el 2009, el PSC ganó por 35,8% a 22,4%) y evitar que ERC -que en el 2009 fue la cuarta fuerza con solo el 9,2% de los votos, la mitad que el PP- la supere y se enfunde la medalla de primer partido nacionalista que algunas encuestas ya predicen. Y Oriol Junqueras, con la candidatura Terricabras-Maragall, ha movido el tablero, mientras que Mas ha apostado por la continuidad. El PSC sabe que bajará, pero quiere disputar la victoria (aunque sea por la mínima) a los nacionalistas. Si Pere Navarro (con la ayuda de Valenciano) lo consigue, será más escuchado. Y queda la incógnita del PP, desgastado por gobernar y por el conflicto catalán. Europa no es terreno abonado para Ciutadans (al que la encuestas otorgan un buen resultado en las elecciones catalanas), pero si incluso aquí muerde...