JUICIO POR TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Llumà habló con Bustos de la plaza de Montcada

Carmina Llumà, en el momento de declarar ayer ante el Tribunal Superior de Justícia

Carmina Llumà, en el momento de declarar ayer ante el Tribunal Superior de Justícia

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La excargo del tripartito supuestamente enchufada en el Ayuntamiento de Montcada i ReixacCarmina Llumà, declaró este jueves como testigo en la segunda sesión del juicio contra exdirigentes del PSC por presunto tráfico de influencias. Llumà reconoció haber hablado con el exalcalde de Sabadell Manuel Bustos, en un encuentro casual, sobre la plaza a la que aspiraba, aunque afirmó que no empleó más de medio minuto en comentarle las trabas que le ponían. Ni le pidió ayuda, declaró, ni él se la ofreció: «Me miró y no dijo nada».

El fichaje como asesora municipal de urbanismo de Llumà, que además de sus responsabilidades en la Generalitat trabajó en el Ministerio de Fomento con el Gobierno del PSOE, centra la primera pieza separada del 'caso Mercuri' que ha sentado en el banquillo a Bustos, su hermano y concejal Francisco y el exsecretario de organización del PSC Daniel Fernández. La testigo, casada con el jefe de servicios jurídicos del Ayuntamiento de Sabadell, afirmó que su relación con el exacalde era meramente profesional y que se presentó al concurso de Montcada tras saber de él a través del diario oficial.

Ante la sala del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Llumà explicó que fue pasando pruebas, tras lo que llegó a una entrevista, el 9 de mayo del 2012, con los miembros del tribunal evaluador y dos técnicas de una empresa externa de selección de personal.

Cuando le explicaron que en el área de urbanismo había muchos problemas de personal, dijo, preguntó si tendría el apoyo del consistorio para acometer reformas. Un miembro del tribunal le respondió entonces, según las palabras de Llumà: «Es mejor que desistas, porque aquí no trabaja nadie».

Al día siguiente fue cuando, relató, se encontró a Manuel Bustos, en una fiesta infantil a la que fue con su hijo, y le comentó, de paso, cómo había ido la entrevista. El fiscal sostiene en su escrito que el entonces alcalde pidió aquel día a su hermano que fuera a hablar con la alcaldesa de Montcada, María Elena Pérez. La propia regidora admitió ayer esa visita, aunque negó haber contratado bajo presión a Llumà, inicialmente calificada como «no apta», sino porque resultó ser la candidata idónea.

ESTE VIERNES, VISTO PARA SENTENCIA

La tesis del fiscal es que el entonces alcalde de Sabadell contactó con Fernández, para que utilizara su influencia y lograra que Pérez obligara a las responsables de la empresa de selección de personal a cambiar el «no apta» de Llumà por «apta». Las técnicas declararon ayer que la descartaron en un informe provisional, y que modificaron su evaluación, aunque sin sentirse presionadas, cuando conocieron las necesidades específicas que requería el puesto. El juicio quedará hoy visto para sentencia.