LA ENCRUCIJADA SOCIALISTA

El capote del PSC

Iceta, ayer durante su intervención en el consejo nacional del PSC.

Iceta, ayer durante su intervención en el consejo nacional del PSC.

JOSE RICO / BARCELONA

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Pedro Sánchez ganó las primarias del PSOE, pero perdió en Catalunya, donde la militancia del PSC prefirió apoyar a Eduardo Madina. Pese a todo, la relación de necesidad electoral mutua entre ambos partidos --todavía más imperiosa en los tiempos que corren-- obligó a sus respectivos líderes a suscribir un pacto de hierro que les blindase frente a los seísmos internos y externos. Así, mientras el secretario general del PSOE apuntala la reforma federal de la Constitución --relegando las diferencias en el derecho a decidir--, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, le corresponde con una lealtad que le ha llevado, incluso, a definirle como "el líder con más legitimidad democrática de la historia del PSOE".

Esa sintonía, que en la cúpula del PSC sostienen que es incluso mayor que la que existía entre sus predecesores, Alfredo Pérez Rubalcaba Pere Navarro, se ha evidenciado en las numerosas visitas que ha hecho Sánchez a Catalunya, y se ha convertido en el bien más preciado para el PSC, que fía al tirón de Sánchez y a su credibilidad como alternativa al PP para repescar votos por la izquierda y salvar los muebles en las municipales y las generales. Esperanza que estos días se tambalea ante el enésimo temporal que sacude el PSOE y los intentos de mover la silla al secretario general. Y es que, según fuentes de la dirección del PSC, si hay una demanda que Iceta implora a Sánchez cada vez que ambos conversan, esa es que haga lo posible por mantener la estabilidad del partido en este año plagado de citas con las urnas. Por el bien del PSOE, pero también del PSC.

LIDERAZCO "INCONTESTABLE"

Así pues, la preocupación de Iceta ha crecido en la última semana, aunque la intención de los socialistas catalanes de puertas afuera será intentar mantener la neutralidad y evitar al máximo enfangarse en las luchas internas del PSOE. La consigna sigue siendo dar brillo al liderazgo "incontestable" de Sánchez, a quien el PSC prevé reservar una importante presencia en Catalunya durante la campaña de las municipales y, sobre todo, en las autonómicas del 27-S. Y sobre las ambiciones de la presidenta andaluza, Susana Díaz, la estrategia de los socialistas catalanes pasa por echar balones fuera, aunque sin dejar de recordar que Sánchez dirige el PSOE apoyado en los votos de los militantes, y que el comodín que le llevó a la victoria fue, precisamente, la federación que controla Díaz.

En su discurso ante el consejo nacional del partido, Iceta aseguró ayer que, al igual que en el caso del PSC, debe hablarse sobre las primarias del PSOE, fijadas para el 26 de julio, después de los comicios del 24 de mayo. "Cuando tengamos que hablar ya hablaremos. Ahora tenemos que escuchar a la gente y preparar las municipales y si conviene las elecciones en Andalucía", señaló ante los cargos socialistas. A juicio del líder del PSC, Sánchez lo está haciendo "bien", demostrando que es posible un "cambio político" en España, y concluyó:  "Tiene y tendrá todo nuestro apoyo".

SALIR A LIGAR

SALIR A LIGARYa en clave catalana, Iceta reivindicó la necesidad de acercarse a los partidos de izquierdas. Con ironía, instó al PSC a "salir a ligar" para atraer a todos aquellos que defiendan ideas progresistas. Eso sí, pidió que los pactos posteriores se hagan con "sentido común".