Cosas de no creer

Entrar en la zona desconocida, como se ha bautizado esta época que nace con la suspensión de la consulta del 9-N, lleva aparejado ver cosas que uno nunca creería, como decía el replicante Nexus 6 en Blade Runner. Por ejemplo, que un grupo político le pida al presidente del Ejecutivo que incluya en su Gobierno a otro partido, que no es el que hace la petición. Así, la CUP propuso este martes a Artur Mas que meta a ERC en el Govern «para blindar la consulta». ¿Y ellos? Bueno, ellos dijeron estar «dispuestos a todo». Es decir, no se cerraron las puertas, pero que tampoco era el objeto de la propuesta.

La exigencia ha cogido por sorpresa a todos. También a los republicanos. Sí es verdad que en la cumbre del pasado viernes se habló del tema y, de hecho, Oriol Junqueras ha repetido hasta hartarse que quería entrar en el Govern para, con las mismas palabras que usó ayer la CUP, blindar la consulta. Y justo hoy hace una semana, la número dos de Esquerra insinuó al Govern que, si después de la suspensión del TC, a CiU le temblaban las piernas, que se apartaran, que se ponían ellos al timón.

Buena sintonía

La petición de la CUP constata la buena sintonía que están mostrando con los republicanos. El pasado jueves, Junqueras y David Fernàndez se dejaron ver juntos por los pasillos del Parlament, e incluso hicieron un off-the-record a dos voces con la prensa. El viernes, en la cumbre, tras el receso para comer, los seis participantes de ERC, ICV-EUiA y la CUP, entraron por parejas y mezclados a la sala donde se desarrollaba la reunión. Junqueras con Joan Herrera, Joan Mena con Fernández (al alegre grito del de la CUP «los comunistas, juntos») y Marta Rovira, con Quim Arrufat.

Antes de que nadie tuviera la tentación siquiera de meter a ICV también en el Govern, la portavoz ecosocialista, Dolors Camats, ha corrido a desmarcarse. «Más allá de la consulta, el Govern decide cosas. Y nosotros estamos, precisamente para combatir esas cosas que decide el Govern», ha dicho en referencia a las políticas sociales y, singularmente, los recortes.

Maurici Lucena (PSC) ha hecho también su aportación. «David Fernàndez le ha cogido gusto a hacerse fotos en Palau», ha dicho, obviando que en la cumbre estuvo también Quim Arrufat y este ha sido el que, a la postre, había hecho, minutos antes, la sorprendente propuesta al president.