GUERRA INTERNA EN LA FUERZA QUE PRESIDE ROSA DÍEZ

Crisis en el centralismo

El eurodiputado magenta Sosa Wagner provoca un seísmo en UPD al denunciar «prácticas autoritarias» La cúpula del partido se revuelve contra la acusación y lo tacha de «mezquino»

Imagen de archivo de la líder de UPD, Rosa Díez, junto con Francisco Sosa Wagner.

Imagen de archivo de la líder de UPD, Rosa Díez, junto con Francisco Sosa Wagner.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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Desde que la plataforma anti-ETA Basta Ya promoviera la formación de un partido político, allá por el 2007, liderado por Rosa Díez, UPD se ha enfrentado a intermitentes crisis internas. La inmensa mayoría provocadas por el portazo que diversos dirigentes y un buen número de militantes han ido dando al partido antinacionalista precisamente por adolecer de uno de los principios de los que más hace gala: democracia interna. Han sido muchos los que han acusado a Díez y su equipo de autoritarismo, entre ellos Mikel Buesa, uno de los fundadores de la fuerza, que salió escopetado en el 2009.

La historia se ha repetido esta semana pero a lo grande, dado que nada menos que el número uno de las listas electorales en las pasadas elecciones europeas, el catedrático y eurodiputado Francisco Sosa Wagner, publicó el martes un artículo en El Mundo en el que, pese a que dedica varios párrafos a loar la labor de Díez, desliza que el partido magenta «debería liberarse de las prácticas autoritarias que anidan en su seno». «Prácticas que desembocan en la expulsión constante de afiliados o en su sepultura en vida cuando deciden permanecer en sus filas acogidos a un ominoso silencio», añade.

Este párrafo ha ensombrecido la verdadera intención del eurodiputado: reabrir el debate en torno a la necesidad de que UPD y Ciutadans unan fuerzas dado que, aunque ambos han ganado apoyos en las europeas (el partido de Díez pasó de uno a cuatro escaños y el de Albert Rivera se estrenó con dos eurodiputados) no han sabido, a juicio de Sosa Wagner, «recoger votos de la masiva y un poco humillante pérdida de votos de los grandes paquebotes», en referencia al PP y el PSOE.

Escaso respaldo

Su propuesta de coalición apenas ha cosechado apoyos, más allá del de otro de los eurodiputados de UPD, el coordinador del partido en Valencia, o la dirección magenta en Ávila. Ciutadans, que desde el primer momento se mostró favorable a que ambas fuerzas se federen y presenten listas conjuntas, sí recogió con optimismo el guante. «España necesita personas a las que les importe el país y no las siglas de su partido», publicó Rivera en Twitter. El secretario general de C's, Matías Alonso, mostró incluso ayer su comprensión hacia Sosa Wagner al sostener que el eurodiputado debe de haber sufrido «algún maltrato» por parte de su partido.

Sea cierto que en el pasado hubo maltrato o no, lo que está claro es que sus acusaciones de autoritarismo -y no tanto su apuesta por la unión con Ciutadans- han provocado un profunda irritación en la cúpula de UPD, que podría desembocar o bien en la marcha voluntaria de Sosa Wagner o en una sanción por parte de la dirección. La propia Díez mostró el miércoles en una entrevista radiofónica su «estupor» «dolor» con las «falsas e injustas imputaciones» del eurodiputado, al tiempo que criticó las «impresentables» formas escogidas por este para denunciar su malestar, en referencia al artículo periodístico.

La respuesta

Otros dirigentes magentas también han criticado, en las redes sociales, que el catedrático no haya expresado su opinión a favor de la federación con C's o sus críticas en los órganos internos, mientras que la diputada Irene Lozano, que a partir de septiembre formará parte de la dirección del partido, escogió ayer el mismo dardo, un artículo en El Mundo, en el que se evidencia el escozor que han provocado sus palabras en la cúpula de la fuerza antinacionalista.

En una carta titulada con ironía «Querido Paco», Lozano advierte al líder de UPD en el Parlamento Europeo de que «va a ser difícil» que alguien le «iguale en mezquindad». A su juicio, «lo peor» de su escrito es que pretende «desacreditar» al partido, en lugar de convencer al resto de dirigentes para presentarse en coalición con C's a las elecciones municipales, autonómicas y generales del 2015.

La diputada califica la campaña de Sosa Wagner a la UE de «pésima». Al mismo tiempo, le reprocha que se queje de «autoritarismo» cuando ha podido ejercer la libertad de voto que UPD da a sus parlamentarios a la hora de apoyar, en contra del criterio de la dirección, a Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea.