Cospedal saca adelante la propuesta de dejar sin sueldo a los diputados

María Dolores de Cospedal consiguió ayer sacar adelante su propuesta de suprimir el sueldo fijo de los diputados del Parlamento de Castilla-La Mancha, así como de reducir a la mitad el número de parlamentarios. «En tiempos difíciles, los políticos somos los primeros que tenemos que dar ejemplo», argumentó el día anterior la presidenta de esta comunidad al presentar su plan. La resolución salió adelante solo con los votos del grupo popular.

Ahora, para materializar ambas medidas, el PP deberá presentar sendas propuestas para modificar el Estatuto de autonomía (donde se recoge el número de diputados) y el reglamento del Parlamento (que regula las retribuciones), informó Cospedal.

El PSOE reiteró sus críticas al plan. Según el diputado José Molina, se trata de una «trampa» con la que la presidenta castellanomanchega intenta distraer la atención de los votantes ante la falta de respaldo social que, a su juicio, tienen los recortes de su Gobierno. La secretaria de política social del partido, Trinidad Jiménez, añadió que si los diputados dejan de cobrar, «solo podrán dedicarse a la política los ricos».

La vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, no entró a comentar directamente la iniciativa, pero aseguró que el Ejecutivo «aplaude» todas las «medidas de austeridad» que decidan las comunidades. La dirección del PP no tuvo tantos reparos y por boca de su vicesecretario de política territorial, Javier Arenas, instó al resto de parlamentos autonómicos a seguir el ejemplo. «Lo que va contra los tiempos son las propuestas del PSOE e IU, que pretenden incrementar el número de parlamentarios», aseguró, obviando que Cospedal aprobó en mayo elevar de 49 a 53 la cifra de diputados.

Esperanza Aguirre, por su parte, dio un apoyo un tanto envenenado a su jefa en el PP. La presidenta madrileña explicó que en su comunidad también se eliminó el sueldo a los diputados, pero al final se dio marcha atrás porque se abusaba de las dietas, convocando «más comisiones de las que eran estrictamente necesarias». «No me parece ni bien ni mal, es un sistema perfectamente respetable», añadió.