La metamorfosis convergente

icoy33912895 160516193902

icoy33912895 160516193902 / periodico

Neus Tomàs

Neus Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los malos augurios demoscópicos que han ido confirmando las sucesivas citas electorales, el desgaste de una marca lastrada por los recortes aplicados por los dos gabinetes de Artur Mas y por la lacra de la corrupción personificada por su fundador, Jordi Pujol, así como la competición indisimulada de su socio de Govern, ERC, por ganarle la partida en el campo soberanista, obligan a Convergència a reinventarse. Y no es un verbo escogido al azar.

La mayoría de sus dirigentes, empezando por el propio Mas y su sucesor en la presidencia de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, son partidarios de crear un nuevo partido que permita incorporar savia nueva entre las bases y los simpatizantes. La última palabra la tendrán este sábado los militantes. Pero, más allá de los discursos, ¿en qué se concretará esta mutación?

"CONSTRUIR UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DESDE CERO"

Para lograr su propósito, la cúpula plantea "construir desde cero" una nueva organización y eso implica desde modificar la actual estructura de las sectoriales a ver cómo desde el independentismo se puede ganar espacio hacia el centro. "Somos un partido desdibujado ideológicamente y eso no es bueno para el país", describe uno de los dirigentes.

La mayoría de los cuadros actuales tienen claro que no pueden abandonar la apuesta por la secesión. Pero también hay quien, como es el caso del 'exconseller' de Justicia y actualmente diputado de Junts pel Sí, Germà Gordó, considera que el nexo de las distintas corrientes que conviven en el partido puede ser el soberanismo y no necesariamente el independentismo.

Aunque situado en las antípodas ideológicas, uno de los ejemplos que se cita para explicar cómo un partido puede empezar de nuevo es la transformación del PSUC en Iniciativa, creada en 1987 tras la decadencia en la que se sumió el comunismo catalán a principios de los 80. En el caso de Iniciativa, la incorporación del ecologismo como seña de identidad le permitió también crecer.

EL 'TARGET': ATRAER DE NUEVO A LAS CLASES MEDIAS

Convergència había sido tradicionalmente el partido de referencia de las clases medias catalanas. Pero este partido ya no es el que era, y las clases medias, tampoco los son. La crisis, la aparición de nuevas fuerzas y la irrupción del debate soberanista han influido en la estrategia de las formaciones que antes dominaban con comodidad el tablero político ya fuese el catalán o el del Congreso de los Diputados.

CDC busca su espacio entre la "izquierda dogmática", aquella que, según el tópico (o no), se sitúa por encima del bien y del mal, y una derecha de perfil más españolista con la que está claro que tampoco se identifica. Que la clase media es distinta a la que en su momento podía votar por sistema a aquellas las siglas más tradicionales es evidente. Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y la Fundación BBVA certifica que en nueve años (2004-2013) 3,5 millones de españoles han dejado de pertenecer a ese grupo de población. No existen datos diferenciados para Catalunya, pero las cifras de paro (la EPA del mes de abril situó la tasa de desocupación en el 17,4%) y de pobreza (hay 113.000 hogares sin ingresos) servirían para hacerse una idea de que la pirámide también aquí se ha ensanchado por la parte baja.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El debate\u00a0","text":"sobre la posibilidad\u00a0de subir el IRPF a las rentas m\u00e1s altas evidencia las diferencias con los republicanos"}}

El objetivo de CDC es insistir en que sus recetas económicas no tienen nada que ver con el anticapitalismo de la CUP o ni tampoco con los vaivenes de marcas en auge como la de Ada Colau. "Ser un empresario no es delito y nosotros no creemos tampoco en la sociedades subsidiadas", insisten en la sede de la calle de Còrsega. Su alternativa es la socialdemocracia, pese a esa crisis permanente en la que parece instalada, también a nivel europeo.

El debate que existe ahora en el seno del Govern respecto a la posibilidad de subir el IRPF a las rentas más altas es una muestra de que el catecismo económico de CDC tampoco es el de Esquerra y menos cuando hay unas elecciones generales a la vuelta de la esquina.

LA FACTURA POR LOS RECORTES

El primer Govern de Mas presumió de ser el único Ejecutivo dispuesto a no maquillar los presupuestos e intentar cumplir con los férreos criterios de déficit impuestos por Bruselas. La herencia del tripartito obligaba a coger la tijera, pero el ímpetu por recortar le pasó factura. "Seguramente hemos hecho lo que teníamos que hacer pero ha parecido que nos gustaba", resume gráficamente un estratega convergente. Lo cierto es que los ayuntamientos, muchos de ellos gobernados por CDC, han capeado las consecuencias de la crisis económica con mejor fortuna electoral. Es lo que en el partido hay quien define como la gestión de las emociones.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"No todas las batas blancas\u00a0","text":"\"No todas las batas blancas\u00a0tienen que ser funcionarios\", insisten en el partido para defender los consorcios sanitarios"}}

A estas alturas también se asume que apoyar la reforma laboral del PP fue un error y que el argumento de que este partido a priori siempre está a favor de cambios legislativos de este tipo, sean como sean, ya no sirve. Otra cosa es que CDC mantiene su defensa del libre mercado regulado y considera que "no todas las batas blancas tienen que ser funcionarios", en referencia a los polémicos consorcios sanitarios que con tanto ahínco defendió el ahora ya 'exconseller' Boi Ruiz.

SOLTAR LASTRE DE LOS PUJOL

"No es la corrupción, es Pujol". De esta manera se explica en la sede de CDC cómo duele todavía la confesión del 'expresident' y todas las informaciones que han ido aparecido sobre los presuntos delitos cometidos por su prole (una "organización" con comportamientos similares a los de los grupos criminales según sostiene el juez). Pujol es el fundador del partido y es muy difícil superar ese estigma por más que el argumentario oficial insista en que hay que circunscribir sus actuaciones ilegales al ámbito estrictamente familiar.

En CDC aseguran que el 'caso 3%', la trama de presuntas comisiones ilegales, no acabará en un caso de financiación ilegal del partido, y dan por superado el 'caso Palau', pese a los indicios de que la justicia afirma que existió "desvío de fondos", que podrían ser irregulares, de Ferrovial al partido a través de su fundación. El uso del condicional está justificado por el hecho de que seis años después de destaparse el escándalo aún no se haya celebrado el juicio.

PENDIENTES DE MAS, ATENTOS A TURULL

¿Y quién será el encargado de pilotar esta nueva etapa? Mas sigue sin revelar qué papel quiere jugar tras el Congreso, pero ha demostrado que el de jarrón chino no va con él. Su futuro puede condicionar el de PuigdemontPuigdemont, que quiere implicarse en la renovación aunque no está claro con qué galones a nivel interno.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Mas sigue sin revelar\u00a0","text":"qu\u00e9 papel quiere jugar en el nuevo partido. Su futuro condiciona la estructura de la c\u00fapula\u00a0"}}

A falta de ver qué estructura se configura, quédense con el nombre de Jordi Turull, apreciado por buena parte de la dirección y que gana enteros para formar equipo con Neus MuntéMiquel Buch (presidente de la ACM) es uno de los preferidos por los más jóvenes. El diputado David Bonvehí es otro de los valores en alza. El papel que pueda tener Gordó es una incógnita puesto que es el que lleva más tiempo buscando apoyos para liderar la nueva etapa aunque sus resortes están más entre la vieja guardia que en la nueva.