reacciones al 'no' a Mas

CDC y su entorno cargan contra la CUP y ERC evita la crítica

Carme Forcadell habla con Jordi Sánchez, el pasado mayo en Barcelona.

Carme Forcadell habla con Jordi Sánchez, el pasado mayo en Barcelona. / nas

RAFA JULVE / JOSE RICO / BARCELONA

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Convergència no hizo este domingo ninguna declaración pública para responder al 'no' de la CUP a Artur MasCUPArtur Mas, pero algunos de sus dirigentes y personas de su entorno arremetieron con toda la caballería contra la fuerza anticapitalista. ERC, quién sabe si tal vez pensando en posibles alianzas allende el tercer adelanto electoral consecutivo, evitó la crítica y sus llamamientos fueron sobre todo a persistir en el camino hacia la independencia.

El enfado convergente encontró su válvula de escape en las redes sociales. Desde Twitter proliferaron las acusaciones a la CUP de "hacer el juego al Estado español" y de tener a "miembros del CNI" infiltrados. También se vio el resquemor con su caracter asambleario y anticapitalista. Ferran Bel, alcalde de Tortosa y cabeza de lista convergente por Tarragona para las pasadas elecciones generales, afirmó que el veredicto cupero lo decidieron "cuatro" del "politburó". Ferran Falcó, exdiputado en el Parlament, comparó a la CUP con el sargento que en la mili les "quería dar bromuro de potasio" y les acusó de deprimir al independentismo. Y Pere Macias, exdiputado en el Congreso, dio un toque de atención a parte de los suyos al avisar de que hay que dejar de "hacer el tonto diciendo que da igual un voto como el otro". Muchos compañeros se pasaron la tarde retuiteando mensajes de perfiles antiindependentistas contentos con el veto, como tratando de hacer ver a la CUP lo que habían conseguido.

También el presidente de la ANCJordi Sànchez, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, dejaron entrever su disgusto con el veto a Mas. El primero lanzó un tuit en el que pidió "perdón" por haber solicitado el voto tanto para Junts pel Sí como para la CUP y la segunda dijo haberse "equivocado" con los cuperos. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, pidió "generosidad" y "sentido de Estado". Volvemos a la fase de negociar listas electorales.

Evitando pisar charcos, el republicano Oriol Junqueras trató de levantar los ánimos al soberanismo: "Nunca nos cansaremos. Nunca nor rendiremos". El número dos de ERC en el Congreso, Joan Tardà, optó en cambio por dar un toque a CDC y pedir que "todo el mundo haga lo que haga falta para evitar elecciones", mientras que CiudadanosPSC y PPC aprovecharon para señalar a Mas como principal culpable de la situación y para confiar en que los nuevos comicios permitan salir del "bloqueo" institucional y empezar a gobernar al margen de la independencia. Catalunya Sí que es Pot, por su parte, insistió mucho en resaltar la "coherencia" ideológica de la CUP con su veto al líder de CDC.