Operación Mercuri

El 'conseguidor' de la trama de Sabadell era el exconcejal del PP

JESÚS G. ALBALAT / BARCELONA
MAYKA NAVARRO / MADRID

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Los investigadores sitúan en el epicentro de la trama corrupta de Sabadell, en la que están implicados varios dirigentes socialistas catalanes, al exconcejal del Partido Popular Jordi Soriano. Según apuntan algunas fuentes, Soriano, que fue expulsado de las filas conservadoras por su injustificable connivencia con el alcalde Manuel Bustos, actuaba presuntamente como intermediario de los constructores que optaban a la obra pública del municipio, y les indicaba las condiciones para acceder al municipio. Se había convertido en el mensajero de Bustos. Y precisamente por ese rol fue bautizada la investigación como operación Mercuri, en alusión al mensajero de los dioses en la mitología romana.

Hasta ahora ha trascendido oficialmente, a través de una nota de la Fiscalía Anticorrupción, que la trama actuaba sistemáticamente cobrando a los empresarios que querían acceder a la obra pública de Sabadell una cantidad fija de 120.000 euros. Y después estos abonaban entre un 3% y un 4% del dinero recibido. El pago de esa cantidad se realizaba en el despacho de un abogado, del que no ha trascendido la identidad.

Aunque los Mossos d'Esquadra han trabajado dos intensos años en la presunta trama, hasta ahora todos los indicios se fundamentan principalmente en conversaciones telefónicas. Y, conviene tenerlo en cuenta, en la denuncia de unos empresarios que acudieron a la sede de ICV en Sabadell para hacer públicas las prácticas corruptas que, según estos constructores, se estaban realizando en el municipio vallesano.

DOCUMENTOS Y MÓVILES / La investigación importante empieza ahora. Los agentes de la unidad anticorrupción tienen por delante la ingente tarea de analizar la documentación incautada. Cajas y cajas con contratos, documentación, concursos, licencias y adjudicaciones del área de urbanismo del Ayuntamiento de Sabadell. También se llevaron teléfonos móviles. Discos duros y torres de ordenador. Pero los Mossos no registraron solamente las dependencias municipales. Entraron en más de una docena de casas particulares, las de los detenidos, en despachos y otros edificios públicos, como la sede de Aigües de Sabadell, o el despacho de Bustos en la Federació de Municipis de Catalunya. Y de todos los sitios se llevaron documentación que ahora deben analizar con meticulosidad y paciencia.

La policía autonómica tratará de determinar si el dinero pagado por los constructores iba directamente a los bolsillos particulares de los implicados en la trama o, por el contrario, ayudó también a financiar a partidos políticos. Se trata de seguir el rastro de esos fondos.

La estrategia de los investigadores -de los Mossos, del fiscal anticorrupción Fernando Bermejo y del juez- pasa también por conseguir la colaboración de los empresarios que presuntamente fueron coaccionados. Aceptaron pagar, eso es así, según la acusación, pero se espera que cooperen, que detallen la extorsión y que ayuden a dilucidar hasta dónde llegaba la trama que, según estas fuentes, se había instalado en el consistorio vallesano.

El viernes empezarán las declaraciones en los juzgados de Sabadell. Uno de los primeros será precisamente Soriano. Su posición política en el ayuntamiento siempre fue confusa y dispar con la doctrina de su partido político. En más de una ocasión, su simple abstención sirvió para que el equipo de Bustos tirara adelante sus propuestas, informaAlbert Segura. «Amañaban los plenos», añaden fuentes de la investigación.

PACIENCIA AGOTADA/ Esta postura fue la que por ejemplo mantuvo en septiembre del 2009, para que el grupo del PSC aprobara la adquisición del castillo de Can Feu. Primero votó en contra y tras un receso se abstuvo. Una actitud que agotó la paciencia de la dirección popular, que lo acabó expulsando tanto a él, como a la otra regidora conservadora, Patricia Martínez.