PLENO en la cámara baja

El Congreso avala la misión española en Libia con solo tres votos en contra de IU y BNG

JUAN RUIZ SIERRA / PILAR SANTOS / Madrid

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El pleno del Congreso ha autorizado este martes la participación española en la intervención militar internacional en Libia con solo tres votos en contra, los de los diputados de IU y BNG.

De los 340 diputados presentes en el hemiciclo, 336 han votado a favor de la participación española, tres han expresado su rechazo y ha habido una abstención, por error, que ha venido de la bancada del PP.

¡No a la guerra!

El cierre de la sesión se ha visto alterado por varias personas que, desde la tribuna del público, han gritado "¡no a la guerra!" y después ha sido expulsada del hemiciclo.

De forma previa a la votación, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido en el Congreso la participación de las fuerzas armadas españolas en la operación para frenar los ataques del dictador Muamar Gadafi contra su pueblo. Zapatero ha asegurado que con los bombardeos aéreos de la coalición internacional encabezada por EEUU, Reino Unido y Francia, y en la que España participa, "se han conseguido detener los ataques indiscriminados" del dictador contra los civiles.

Resoluciones aprobadas

El jefe del Ejecutivo ha iniciado su intervención con una exposición detallada de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, para pedir la protección de los libios. También ha recordado el llamamiento que hizo la Liga Árabe hace dos semanas para reclamar a la comunidad internacional la imposición de una zona de exclusión aérea.

Ante este escenario, ha dicho Zapatero, 18 gobiernos, reunidos el sábado en París, decidieron cómo aplicar estas resoluciones y peticiones de los países árabes. En esa cumbre los aliados decidieron, ha explicado el presidente, mostrar al pueblo libio su determinación de apoyarle para que pueda construir su futuro democrático y enviar un mensaje claro al coronel Gadafi de que no le van a permitir a que desafíe a la comunidad internacional y desprecie a su propio pueblo.

Zapatero ha dicho que el objetivo de la operación no es "expulsar" a Gadafi del Gobierno de Libia, porque eso no lo recoge la resolución 1973 de la ONU. "Su objetivo era advertir al coronel Gadafi de que dejase de usar las armas contra su pueblo, de que si no lo hacía así, la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza para poner fin al genocidio contra su pueblo", ha afirmado.

El presidente del Gobierno ha solicitado a los grupos parlamentarios que ratifiquen su decisión de que España participe en la operación contra Gadafi y les ha comunicado los plazos "prudentes" con los que trabaja el Ejecutivo: Zapatero pide que los cazas puedan participar en los combates durante un mes, para garantizar la zona de exclusión aérea, y que la operación naval pueda mantenerse durante 90 días, con el objetivo de evitar que el régimen consiga por mar nuevas armas y mercenarios.

El más crítico entre los diputados con la posición española ha sido Gaspar Llamazares, de IU, motivo que ha llevado a Zapatero a responderle de forma pormenorizada. Para Llamazares -que ha subido a la tribuna de oradores con un pequeño cartel en la solapa de 'No a la guerra'de los que se utilizaron en contra de la invasión de Irak- a en lugar de la acción armada, lo más conveniente es "bloquear las cuentas del tirano, embargar las armas y aislarlo políticamente". El jefe del Ejecutivo se ha mostrado extrañado de que no apoye una acción como la actual, dado el amplio consenso internacional que ha suscitado: de China a EEUU, pasado por Rusia y Gran Bretaña.

El resto de grupos ha apoyado la misión contra Gadafi, si bien la conclusión general es que esta ha arrancado demasiado tarde.