EL BALANCE DEL 'EXPRESIDENT'

De cómo pactar con el PP

Pacto del Majestic 8 Pujol y Aznar, con otros cargos de sus partidos, en el Majestic, el 28 de abril de 1996.

Pacto del Majestic 8 Pujol y Aznar, con otros cargos de sus partidos, en el Majestic, el 28 de abril de 1996.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Manual de argumentos para pactar con el PP. Este podría ser uno de los subtítulos del tercer volumen de las memorias delexpresident Jordi Pujol, que será presentado la próxima semana.

EnMemòries. De la bonança a un repte nou (1993-2011) -de la editorial Proa-, Pujol asume una cierta autocrítica por los frutos del pacto con Aznar y el PPC a partir de 1996. No obstante, reivindica esa alianza, pese a la oposición que generó en parte de Convergència y al hecho de que en el 2000 Aznar no necesitaba a CiU.«No parecía en principio que tuviéramos ninguna otra opción que entendernos de nuevo con Aznar. Entrar en la confrontación directa con el PP hacía muy difícil nuestra posición como Govern y nos hacía renunciar a cualquier posibilidad de influencia en la política española. Reconozco que la colaboración con el PP no me hacía ninguna ilusión, pero no había alternativa», sostiene Pujol. El texto recoge reuniones secretas con Aznar antes y después de la llegada del PP al Gobierno. Citas en las que Pujol asume que«la cosmovisión de Aznar no auguraba nada bueno para Catalunya»y rechaza la oferta de entrar en el Ejecutivo central. Elexpresidentacaba admitiendo:«Mi esperanza de que la derecha española cambiase su idea de Catalunya había resultado fallida».

Un Olivares del siglo XX

Pujol retrata a Aznar como un hombre de palabra que sabía que era«antipático»y lo compensaba con«seriedad» y «credibilidad». También lo califica,«medio en broma, medio en serio», de«conde duque de Olivares de final del siglo XX».Del pacto del Majestic de 1996, defiende sus frutos para Catalunya. La única autocrítica:«Hubo fotos, brindis, apretones de manos. Para mi gusto, todo muy excesivo».

Elexpresidentincluso justifica lo que hoy muchos en CIU citan como ejemplo a no seguir (aunque hoy parezca que se reedite): la dependencia del PP en el Parlament.«Solo podíamos aprobar los presupuestos con el PP. [...] Además, yo estaba pendiente de negociar algunos puntos importantes con el PP de Madrid, como una nueva financiación.[...] No podíamos, pues, romper con el PP». Argumentos muy similares a los que utiliza hoy elpresident,Artur Mas.

Un Mas muy elogiado como sucesor por parte de Pujol, quien, sin embargo, confirma que si Unió hubiera aceptado la fusión con CDC, la candidatura de Josep Antoni Duran Lleida habría sido«bien acogida». El texto, escrito en el 2010, rechaza el independentismo. Pero en el epílogo, Pujol admite:«Nuestro sueño no se ha hecho realidad».Y añade que hoy no ve ningún motivo contra la independencia.