Collboni apela a los indecisos y confía en el voto oculto

El alcaldable del PSC se presenta como "la única izquierda que puede gobernar"

JOSE RICO

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Las expectativas del PSC en Barcelona fueron de menos a más en la primera semana de campaña, pero se han estancado en la recta final. La necesidad de abrirse paso en un escenario polarizado entre Xavier Trias Ada Colau ha obligado al alcaldable socialista, Jaume Collboni, a apelar cada día con fuerza a los indecisos para intentar retener al menos la tercera plaza. El voto oculto es la otra esperanza para el partido que gobernó la ciudad 32 años, y cuyo legado ha sido el segundo gancho Collboni para tratar de neutralizar a Barcelona en Comú.

En un combate a dos bandas, el alcaldable del PSC ha dedicado el mismo ímpetu a censurar las políticas conservadoras de Trias y agitar el espantajo de la izquierda radical contra Colau. Y en busca del voto útil, ha exhibido sus "manos libres" frente a dos proyectos que "supeditarán Barcelona", el de CiU al proceso independentista y el BC a la estrategia de Pablo Iglesias.

Como remate, en su último llamamiento a los votantes dubitativos, Collboni se ha presentado como "la única izquierda que puede gobernar", cuestionando la capacidad que tendría Colau como alcaldesa de forjar acuerdos para sacar adelante el mandato. Sobre alianzas, el candidato socialista viró su estrategia a media campaña y pasó de la ambigüedad a descartar que sus concejales puedan allanar la investidura a Trias o Colau, a fin de disimular la ayuda que ha brindó al actual alcalde para aprobar el último presupuesto.