PREPARATIVOS CONGELADOS

Colau suspende la cesión de locales para el referéndum unilateral del 1-O

La alcaldesa pide a Puigdemont que le aclare cómo organizará la consulta tras el veto del TC

Ada Colau

Ada Colau / periodico

Roger Pascual / Barcelona

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El Ayuntamiento de Barcelona ha suspendido la cesión de locales municipales para el referéndum unilateral del 1-O. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha anunciado este viernes que, a raíz de la suspensión del Tribunal ConstitucionalTribunal Constitucional (TC) de la ley del referéndum, el consistorio ha frenado la búsqueda de equipamientos que había iniciado tras la petición por escrito del 'president', Carles Puigdemont.

Según Pisarello, el equipo de Ada Colau había explorado ya la disponibilidad de algunos locales públicos, tarea que ha interrumpido tras la suspensión del TC. El ayuntamiento ha solicitado al Govern que le aclare por escrito cómo organizará el 1-O y qué espera del consistorio barcelonés, ganando un poco más de tiempo, ya que Puigdemont había pedido a los alcaldes que aclararan antes del domingo si cedían o no colegios electorales.

Colau había dicho por activa y por pasiva que estaba dispuesta a facilitar la consulta siempre que no se pusiera en riesgo a los funcionarios. Un requisito de difícil cumplimiento en el actual contexto y que ha vuelto a reiterar en la carta que ha dirigido al presidente de la Generalitat. "Por este motivo, les solicito nos informe de cuáles son las actuaciones que tienen previstas, dadas las nuevas circunstancias", le emplaza. 

La contundente sentencia del TC advierte a los alcaldes de su "deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión" del 1-O. Deja así poco margen de maniobra para Colau, con lo que cada vez se ve más cercano la repetición de lo ocurrido el 9-N del 2014: entonces, Xavier Trias no cedió ningún espacio municipal, ya que se usaron los colegios que son de titularidad de la Generalitat. 

"Yo soy el primero que he expresado mi compromiso absoluto para que la ciudadanía pueda expresarse (...). Un ciudadano puede desobedecer, pero cuando se trata de una institución esto implica trabajadores públicos", ha reflexionado Pisarello, que ha fintado, con mayor o menor fortuna, todas las preguntas sobre si desobedecerían o no la consigna clara del Constitucional.

Pese a que ha evitado decir directamente que no lo cederán, al PDECat ya le ha bastado para cargar con dureza. "La decisión de Colau ya está muy orientada", ha denunciado el portavoz nacionalista en el consistorio, Jaume Ciurana. “Colau tiene que decidir si está con el Parlament o con el TC, si está con Puigdemont o con Rajoy”, ha soltado antes de clamar que "el compromiso real con la consulta es el que han hecho más de 500 alcaldes al firmar el decreto de apoyo al referéndum".

Unas hora después, centenares de independentistas protestaron frente al ayuntamiento exigiendo a gritos ("Colau, queremos votar") que Barcelona haga caso omiso al TC y ponga sus recursos a disposición del 1-O. Similares manifestaciones de presión se han producido ante otros ayuntamientos que, como los de Lleida o Mataró, han optado por respetar la suspensión declarada por el Tribunal Constitucional.

La presión independentista sobre los alcaldes 'desafectos' se extiende también en las redes sociales, impulsada a través de la web comsempre.cat, a través de la cual se anima a afearles su posición y exigirles que colaboren con la organización del referéndum unilateral.    

En Barcelona, con el frenazo a la cesión de locales, los 'comuns' han sorteado el primer obstáculo de una semana en la que han visto desde la barrera la aprobación de la ley de transitoriedad y la del referéndum en el Parlament. Colau, Pisarello y el resto de miembros de Barcelona en Comú han contemplado cómo el 1-O volvía a hacer saltar las costuras de Catalunya Sí que es Pot, la volcánica coalición parlamentaria integrada por ICV, EUiA y Podem y en la que el partido de la alcaldesa no se integró el 27-S. Pese a la enésima trifulca entre Podem e ICV, Sí que es Pot se acabó absteniendo en la ley del referéndum, evitando ponerse del lado del PSC, Ciutadans y PP. 

El 'colauismo' también quieren evitar situarse en el bloque del 'no' a las urnas y por eso lleva tiempo defendiendo estar dispuesto a participar en el 1-O, pese a considerarlo una movilización. En esta línea cabe entender la pregunta que Catalunya en Comú, la nueva confluencia de los 'comuns', plantea presentar a su militancia. "¿Catalunya en Comú tiene que llamar a la participación en la movilización del 1-O?", es el enunciado base sobre el que debatirá este sábado la coordinadora de la formación para alumbrar la pregunta que la bases votarán del 12 al 14.

Mientras que Barcelona en Comú y EUiA apuestan por el sí a la movilización, Iniciativa tiene más dudas. Sus dirigentes reclamaron que la pregunta fuera clara y varios sectores defienden votar 'no' en la consulta interna. Históricos como Eulàlia Vintró y Joan Boada han firmado un manifiesto titulado 'L'1-O no hi anirem', que ya cuenta con 600 apoyos.