PLENO EN EL PARLAMENT

Ciutadans se abona a la polémica

Rivera aprieta a Mas para que aclare si el Govern se reunió en Rabat con un salafista

RAFA JULVE / BARCELONA

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'Embolica que fa fort'. «No somos nosotros los que vinculamos yihadismo e independentismo. Son ustedes», le ha espetado este miércoles el diputado del PPC Pere Calbó al 'conseller' de Interior, Ramon Espadaler, antes de acusar a CiU de tener «un problema de amistades peligrosas por la causa [soberanista]». Hay quienes insisten en explotar un polémico filón. Y algún rédito verán en ello cuando Ciutadans también se ha abonado a la contienda: Albert Rivera aprovechó la sesión de control en el Parlament para inquirir al 'president' Artur Mas sobre las supuestas relaciones del Govern con presuntos islamistas radicales.

Empezó el asedio Calbó recordando que Noureddin Ziani, exdirector del Espacio Catalano-Marroquí de la Fundació Nous Catalans, vinculada a CDC, fue expulsado de España el 17 de mayo del 2013 por «amenazar la seguridad del Estado». Y prosiguió mostrando un recorte de 'El Mundo' en el que se informaba de que el paquistaní Khalid Shabaz, número 79 en las listas de CiU a las autonómicas del 2012, fue detenido en el 2011 por estafa y falsificación. La misma noticia explicaba que la mano derecha de Shabaz, Shaoib Satti, fue arrestado en el 2013 al aprehenderle la Policía 64 kilos de heroína y fotografiado en su país metralleta en mano.

«Comportamiento ejemplar»

«No jueguen más», le recriminó el diputado popular a Espadaler. «El movimiento independentista se caracteriza por el civismo, la democracia y el comportamiento ejemplar. Y si no tienen otras formas de combatirlo, haganselo mirar», replicó el 'conseller'.

Aún faltaba la guinda del pastel; y la puso Rivera al afirmar que «una investigación periodística en curso» apunta que el responsable de Afers Religiosos del Govern, Enric Vendrell, se reunió en Rabat entre el 9 y el 15 de junio del 2014 con cargos del reino de Marruecos entre los que estaba Ziani. Es decir, que la cita se produjo un año después de que Ziani fuera expulsado de España por supuesto espionaje y por promover el salafismo.

«¿Sabía si se reunieron? ¿Sí o no?», le reclamó a Mas el líder de Ciutadans. El 'president' evitó una respuesta monosilábica y le afeó a Rivera que haga «trampa» porque, ante cuestiones tan «concretas», él necesita un tiempo para «comprobar» la información. Horas más tarde, el Govern afirmó que Vendrell solo saludó a Ziani tras un «encuentro fortuito»; no se reunieron.

Pero no acabaron ahí las referencias al yihadismo. El socialista Miquel Iceta usó su turno para afear a Mas que la junta de seguridad Generalitat-Estado no se reúna desde el 3 de marzo del 2009 y reclamarle que dejen a un lado los resquemores entre gobiernos. El líder de CiU se comprometió a intentar que haya una reunión, pero siempre que tenga «contenido». Al Ejecutivo central le da «pereza» abordar cuestiones como el hecho de que los Mossos puedan tener derecho a relacionarse con otras policías de la UE, se quejó.