CAMBIOS EN LOS POSTULADOS IDEOLÓGICOS

Ciutadans gira a la derecha

Albert Rivera con otros diputados de C's, el pasado 10 de octubre tras abandonar el hemiciclo por divergencias con la presidenta Núria de Gispert.

Albert Rivera con otros diputados de C's, el pasado 10 de octubre tras abandonar el hemiciclo por divergencias con la presidenta Núria de Gispert.

RAFA JULVE / Barcelona

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Dicen las encuestas que en estos tiempos de crisis económica y debates nacionales no hay lugar para las ambigüedades. Los partidos que no se definen con claridad, continúa esta tesis, se convierten en un sumidero de votos. Pero solo hasta cierto punto. Ciutadans. ¿Saben los 275.007 votantes que tuvo en las pasadas elecciones autonómicas cuál es la tendencia ideológica del partido que lidera Albert Rivera? A nadie se le escapa que es contrario a la independencia y que defiende a capa y espada una mayor presencia del castellano en la escuela y las instituciones. Ahí el posicionamiento es diáfano. ¿Y en las demás cuestiones? Ellos aseguran inspirarse en «el liberalismo progresista y el socialismo democrático», aunque este ideario rechina con algunas de sus actuaciones parlamentarias durante los últimos meses, en las que se han escorado cada vez más hacia la derecha. El río revuelto del debate soberanista les ha permitido seguir dando la imagen de nadar entre dos aguas en asuntos sociales.

Con la frescura que da no haber ejercido nunca labores de gobierno, Ciutadans se ha especializado en dar palos a diestro y siniestro en la Cámara catalana y en los platós de televisión. Qué malos y qué mal lo hacen todos, dicen. Pero llegan las mociones en los plenos y toca clarificarse. Como cuando se abstuvieron en una moción presentada por el PSC en la que se instaba al Govern de CiU a reclamar al Ejecutivo central que no modifique la ley del aborto en los reaccionarios términos que plantea el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. El rifirrafe soberanista ha desgastado a los socialistas en el área metropolitana y ha engordado a Ciutadans, por lo que el partido que lidera Pere Navarro quiere recuperar terreno llevando a votación todo tipo de cuestiones sociales que saquen los colores a sus rivales.

UN JUEGO INDEFINIDO / En el caso de la moción sobre la interrupción del embarazo, la razón que dio Ciutadans para abstenerse fue que el debate de esa medida compete a las Cortes y no al Parlament. Volvieron a jugar a la indefinición, acusando incluso al PSC y al PP de querer llevarles «a sus trincheras». No obstante, el discurso que ofreció su diputado José Manuel Villegas liga más con los postulados que abanderan los conservadores que con las ideas de los progresistas: consideró el aborto como la «constatación de un fracaso» y nada dijo de que hay mujeres que se quedan embarazadas por razones despreciables.

También en torno al uso del burka sus argumentos coinciden con los de la derecha. El 18 de julio votaron con CiU, el PPC y el PSC a favor de una moción que pide la prohibición de esta prenda en los espacios públicos. La encargada de defender los argumentos de Ciutadans fue Carina Mejías, quien fuera portavoz parlamentaria del PPC hace dos legislaturas. «Celebramos que CiU rectifique y se decida a prohibir de una vez esa cárcel de ropa», comentó la diputada. Semanas antes, su propio (nuevo) partido había hecho una propuesta en la misma línea pero con un poso mucho más duro, tanto que algunos partidos llegaron a compararla con las tesis de la extrema derecha. Tampoco agradó a la bancada de la izquierda que el grupo de Rivera abogara por limitar la atención sanitaria a los inmigrantes sin papeles bajo el argumento de que la economía está muy mal y que hay que anteponer a los ciudadanos que pagan impuestos. Impuestos que, por cierto, tampoco les agradan, ya que critican la «alta presión fiscal».

En este repaso de la actividad parlamentaria de Ciutadans también encontramos coincidencias con el PP a la hora de proteger a los lobis en la tramitación de la ley de transparencia o a la hora de votar contra la propuesta de «evitar el cierre de cualquier escuela pública mientras se mantienen los conciertos educativos de las escuelas de élite».

«Ciutadans son la marca blanca del PSOE en Catalunya», sostienen algunos populares. Sin embargo, en la pasada manifestación del 12-O, más de uno se quedó con la boca abierta al ver que algunos asistentes que ellos consideraban del PP vitoreaban más a Rivera que a Alicia Sánchez-Camacho. «Ciutadans no hace más que dividir el voto», se quejó un cargo conservador.