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CiU retiene la alcaldía de Torredembarra con un regidor imputado

RAFAEL MORALES
TORREDEMBARRA

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Lejos de poner remedio a la esperpéntica situación que se vive en el Ayuntamiento de Torredembarra desde hace más de dos semanas, el pleno de urgencia convocado ayer para elegir un nuevo alcalde acentuó la olla de grillos en que se ha convertido la casa consistorial. El socialista Enrique Grangel era el candidato de consenso escogido para sustituir al dimisionario Daniel Masagué (CiU), que ayer salió en libertad sin fianza tras permanecer encarcelado desde el 27 de junio por el llamado caso Efial. Pero saltó la sorpresa. CiU presentó en el último momento a Pere Font, que fue elegido sin ningún voto a favor.

Como Grangel no reunió los nueve votos que le habrían dado la mayoría absoluta -obtuvo siete y el resto se abstuvo-, Font fue nombrado alcalde de acuerdo con la normativa, ya que CiU fue la candidatura más votada en las elecciones del 2011. Nada más ser elegido como alcalde de Torredembarra, Font se apresuró a aclarar que su candidatura obedecía tanto a un «interés personal» (distinguió entre ser imputado y culpable) como a «directrices del partido». Y es que Font está en libertad con cargos e imputado, como el resto de la anterior junta de gobierno, por un presunto delito contra la Administración.

INDIGNACIÓN / La sorpresa fue mayúscula en el salón de plenos, donde intentan convivir 17 ediles de nueve fuerzas políticas distintas. Hubo un receso para intentar digerir la situación. El público se indignó y la policía local tuvo que poner orden. Pero ya no hubo marcha atrás. Font fue designado alcalde con cero votos.

Todos esperan ahora, incluido el nuevo alcalde, la moción de censura en la que la oposición se puso a trabajar tras el pleno. Quieren formar un gobierno de consenso en el que no haya imputados. Horas después del pleno, CDC emitió una nota en la que afirmaba que no tiene «ninguna voluntad de ostentar la alcaldía», que quiere un gobierno de concentración «sin excepciones» y que presentó a Font para «evidenciar el menosprecio» recibido.