CiU se resiste a poner fecha a la consulta de autodeterminación

Lo que, a primera vista, parecía lo menos problemático, a la hora de cerrar unpactoentre dos fuerzas que se presentaron a laseleccionesdel25-N con un programa que incluía la celebración de unaconsulta, se está convirtiendo en la verdadera piedra en el camino. La paradoja se cierra al advertir que, en lo económico, y a pesar de que ambos se hallan en una posición equidistante y opuesta del centro político, el acuerdo es factible, posible y más que probable. Según fuentes de la negociación,CiUse resiste a fijar una fecha para la celebración de la consulta. Por su parte,ERCinsiste en que, sin la concreción, no hay pacto. Y, en paralelo, la federación parece haber aceptado que se debe aumentar la fiscalidad entre las rentas más altas y los republicanos asumen que los recortesse tendrán que hacer, sí o sí. 

"No hay que encorsetarse en una fecha», advirtió el secretario general deCDC, Oriol Pujol, en la cadena SER. Y es que la federación considera aventurado poner fecha a algo que precisa de un camino previo, como es el de tratar de buscar el encaje de la consulta en el ordenamiento jurídico español, vía modificación necesaria de laConstitucióny, tras el previsible fracaso de este paso, la búsqueda del amparo internacional.

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