Los escándalos de corrupción

El 'caso Gürtel'. Una instrucción en la recta final

MARGARITA BATALLAS
MADRID

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«Poner patas arriba a una organización tan compleja como la red Gürtel es muy difícil», explica el primer instructor de este caso, Baltasar Garzón. El exmagistrado de la Audiencia Nacional, condenado en febrero del 2012  a 11 años de inhabilitación y expulsado de la carrera judicial por el Tribunal Supremo por las escuchas a los cabecillas de la trama corrupta, apoya el trabajo de su sustituto, Pablo Ruz, pero piensa que ya es hora de cerrar esta investigación en la que están imputadas 103 personas y que ha obligado a dimitir a 18 políticos del PP de sus cargos como parlamentarios nacionales y autonómicos, presidentes autonómicos y alcaldes. Fuentes jurídicas mantienen esta visión y se trabaja a marchas forzadas para intentar cerrar este caso antes del verano.

Hace cinco años, tal día como hoy, Garzón mandó a la cárcel a Francisco Correa, el jefe de la trama Gürtel; a su lugarteniente, Pablo Crespo, y a su primo, Antoine Sánchez. Ya entonces se vinculó al PP con la red corrupta, pues salió a la luz que las empresas de Correa presuntamente pagaron comisiones a cargos del partido a cambio de adjudicaciones públicas. Garzón instruyó el caso solo tres meses, pues aparecieron implicados aforados, tres parlamentarios de la Comunidad de Madrid, y sospechas de la relación de Luis Bárcenas, entonces senador y tesorero del PP, con la red.

DOS AÑOS DE LETARGO / El juez Antonio Pedreira, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, asumió la investigación y durante dos años estuvo mareando la perdiz. Cursó múltiples comisiones rogatorias, pero tras las autonómicas del 2012 devolvió el caso a la Audiencia al perder el fuero Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco y Alfonso Bosch, y acordó archivar la causa contra Bárcenas y su mujer, Rosalía Iglesias. Una decisión que fue anulada por la Audiencia Nacional en marzo del 2012 y que 10 meses después dio lugar a la aparición de los llamados papeles de Bárcenas después de que la justicia suiza revelase que el extesorero había ocultado 22 millones de euros en este país. Esta cantidad se elevó más tarde a casi 48 millones.

«El elemento nuclear que da sentido a todo en esta investigación

-según apunta Garzón en declaraciones a EL PERIÓDICO- es Luis Bárcenas». El exmagistrado sostiene que el tiempo es vital para desentrañar una red de estas características. «Es una organización muy compleja. No se trata de perseguir un soborno, sino de desarticular una trama que buscaba la impunidad». Por ello, asevera que los tres o primeros cuatros meses en este tipo de instrucción «son vitales», sobre todo si la parte investigada no coopera. «Si se hubiera entrado en la sede del PP en el 2009 habríamos tenido conocimiento mucho antes de datos que ahora han desaparecido». Y es que Garzón critica la reacción del PP. «Han entorpecido la investigación. Cuando salieron los papeles de Bárcenas tenían que haber entregado la contabilidad y conservar los ordenadores del extesorero», subraya.

El exjuez también reprocha las presiones que han sufrido los policías que han investigado esta trama. «Les han atosigado con cambios en las unidades y en los mandos», apostilla. Garzón también cuestiona que desde que saltó este caso se inició por parte del PP «una cacería contra todos los que querían desenmarañar esta trama». Por ello, entiende que Ruz ordenara el registro en la sede del PP el pasado diciembre. «Acabaron con su paciencia porque no puede ser que un juez pida datos y solo encuentre obstáculos», agrega.

Fuentes jurídicas han adelantado que el juez y Anticorrupción tienen intención de cerrar esta investigación antes del verano. «Quedan informes sueltos», apuntan estas fuentes, que también aseguran que la lista de imputados se reducirá. No obstante, las seis causas que se investigan en Valencia sobre la supuesta financiación ilegal de este partido, tras la absolución de Francisco Camps, expresidente de la Generalitat, y Ricardo Costa, por el caso de los trajes, va más lenta.

Estas fuentes también confirman que la causa de los papeles de Bárcenas está pendiente de la remisión de un informe de la Intervención General del Estado sobre la existencia o no de un delito de cohecho por parte de los constructores que donaron al PP. Las fuentes consultadas descartan esta posibilidad y adelantan que lo más probable es que esta pieza se salde con un delito fiscal por parte del arquitecto Gonzalo Urquijo, que dirigió la reforma de la sede nacional.

DESMEMBRAMIENTO / La conclusión del caso Gürtel no significa que el juicio vaya a ser inmediato. «El juez es el que tiene que decir basta y cerrar, solo el puede tomar esta decisión», explica Garzón, quien teme que aún falte mucho para que se celebre una vista. Con ironía afirma: «Habré cumplido mis 11 años de inhabilitación y no se habrá celebrado el juicio».

Para evitar estas dilaciones, lo más probable es que el caso Gürtel se despiece. «Hay precedentes, pero hay que tener mucho tacto para desmembrar una instrucción», aclara Garzón. Mientras, los imputados, salvo Bárcenas, están en libertad y el rechazo a la corrupción por parte de los ciudadanos sigue en aumento. Al contrario que «los medios con los que cuentan los jueces para combatirla», concluye Garzón.