ANIVERSARIO DE 'LOS OTROS CATALANES'

Candel contra Aznar

Mas reivindica al activista y escritor como ejemplo contra quienes denuncian que el proceso iniciado en Catalunya dividirá a la sociedad

Mas saluda al pintor Joan Pere Viladecans, ayer, en el homenaje a Candel.

Mas saluda al pintor Joan Pere Viladecans, ayer, en el homenaje a Candel.

FIDEL MASREAL / Barcelona

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La conmemoración del 50 aniversario de la publicación de 'Els altres catalans', la obra más recordada del activista Paco Candel sobre la inmigración en Catalunya, sirvió el lunes al 'president', Artur Mas, para arrimar la memoria del homenajeado a su discurso soberanista. En un  acto celebrado en el Palau de la Generalitat, Mas aseguró que la tarea de Candel demuestra que "el compromiso por el progreso y la justicia social no están disociados del progreso nacional del país".

El jefe del Ejecutivo se refirió, sin dar nombres, a los autores de discursos sobre el riesgo de ruptura civil en Catalunya si avanza el independentismo (el primero en decirlo fue el expresidente del Gobierno, José María Aznar) y les replicó: "A estas voces les tendríamos que pedir que lean a Candel".

El 'president' dio otra vuelta de tuerca a la interpretación de la vida y obra de este escritor. Como habían hecho en sus intervenciones anteriores tanto Jaume Sobrequés, director del Museo de Historia Contemporània de Catalunya, como el sociólogo Salvador Cardús, Mas se remitió al activismo de Candel como ejemplo para el soberanismo porque, de alguna manera, entre los que fueron "los otros catalanes" ahora también se reivindica el derecho a decidir. Para ello Mas escogió una frase de Candel sobre la "savia de libertad" de Catalunya.

LAS VIEJAS NACIONES /El presidente aprovechó así este acto de homenaje para introducir el debate soberanista, el mismo día en que en una entrevista en el 'Corriere de la Sera' subrayó de nuevo que su apuesta es la del  a la independencia, con el argumento de que este es el destino de toda las viejas naciones. Quizá porque temían que el acto institucional de ayer se tiñera en exceso de nacionalismo, y a la vista de que entre las intervenciones no había ningún representante del PSUC ni de L'Hospitalet del Llobregat -donde Candel fue concejal de Cultura- ICV-EUiA no acudió. En cambio, asistieron muchos ciudadanos anónimos que conocieron y admiraron al escritor. Y, en primera fila, buena parte del Govern, representantes de partidos y los expresidentes José Montilla y Jordi Pujol.

Fue un acto fundamentalmente solemne pero en el que entre los discursos más formales se coló la emoción. El exdiputado de CiU Rafael Hinojosa reivindicó también el hecho de haber dejado de ser "otro" catalán y desgranó las descripciones de Candel sobre las barracas: "No había donde lavarse, las casas se hacían de cajas de madera, de uralita.. . así eran las barracas". "Mi padre -abundó- llegó al Somorrostro con siete hijos y fuimos a parar a una barraca de madera, comprada por 3.500 pesetas, durante no menos de ocho años". El exdiputado rindió su homenaje cargado de emoción. Casi tanta como la que hizo quebrar la voz al 'expresident' Pujol al recordar la foto de la familia de un Hinojosa niño en la barraca. Pujol por cierto, fue quien pareció responder al enojo de ICV-EUiA al citar entre los referentes, junto a Candel, al PSUC y al 'Guti', Antoni Gutiérrez.

En una Europa incapaz de forjar un discurso único sobre la inmigración, el exlíder convergente puso a Candel como ejemplo de un proyecto de unidad entre ciudadanos de procedencia diferente entorno a «la tierra, la convivencia y las futuras generaciones». Pujol riñó a la UE por no darse cuenta de que "tendrá inmigración legal y no tan legal, tendrá mucha". "Lo sabe -prosiguió- toda persona que haya analizado la demografía, la geografía y el grado de desarrollo y de desequilibrios en el mundo".