La campaña de Sánchez

La fachada 8 Un peatón pasa frente a la sede principal del PSOE, con la gran foto del candidato a la Moncloa, ayer.

La fachada 8 Un peatón pasa frente a la sede principal del PSOE, con la gran foto del candidato a la Moncloa, ayer.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La fachada del cuartel general del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, amaneció ayer cambiada por completo. Los balcones estaban tapados por dos lonas de 36 metros cuadrados. En la primera aparecían el puño y la rosa, recuperado stras haber desaparecido en los últimos meses, y el lema El cambio que une. En la segunda, el secretario general y candidato, Pedro Sánchez, con pantalón vaquero y una de sus habituales camisas blancas.

Una apuesta tan decidida por la imagen del aspirante es extraña a la tradición del PSOE, y los críticos con Sánchez señalaron que el precedente más cercano no es alentador. En las autonómicas del 2011, una foto a caballo del ahora defenestrado Tomás Gómez, entonces candidato a la Comunidad de Madrid, apareció en la fachada del PSM bajo la leyenda Invictus. Pero la dirección del PSOE defiende su apuesta, resaltando que Sánchez está mejor valorado que las siglas que representa. «Él le suma mucho a la marca», señala un estrecho colaborador del líder socialista.

La campaña del principal partido de la oposición girará en torno a la figura del candidato, que ayer apareció en la sala Ramón Rubial, donde suelen tener lugar las grandes cumbres socialistas, con dos cajas de donuts. El lugar se ha transformado en el llamado Espacio de Activación, desde el que 200 voluntarios y personal llamarán a medio millón de militantes y simpatizantes para, en fin, activarlos de cara a las generales del 20 de diciembre. Sánchez inauguró el proceso contactando con un afiliado madrileño llamado Alberto, a quien le expuso la iniciativa. Todo parecía diseñado al milímetro, y tuvo algo de artificial, pero Sánchez, antes de pedir la comparecencia de Mariano Rajoy por la enmienda de la Comisión Europea a sus presupuestos (más información en la página 22), aseguró que no.

«Vamos a hacer una campaña de mucha calle, trabajando junto a los colectivos: educativos, sanitarios, sindicatos… En principio, no queremos hacer mítines de gran formato, pero nunca se sabe», explican en el entorno del aspirante, que el sábado reunirá al comité federal del PSOE para aprobar las listas, que serán presentadas un día después en un acto en Madrid. La campaña buscará también el frente a frente con el PP, insistiendo en que la única alternativa real a Rajoy se llama Pedro Sánchez y no Pablo Iglesias ni Albert Rivera, pero eso no significa que el PSOE rehúya los debates con los líderes de Podemos y Ciudadanos.

Los distintos formatos

«Quiero debatir con todos y sobre todo», señaló el secretario general, en cuyo programa propondrá que una comisión independiente regule estos encuentros. Rivera, el aliado preferente llegado el caso, expuso una posición similar sobre la necesidad de que todos los candidatos contrasten propuestas. Iglesias envió una carta a los otros tres líderes con posibilidades de llegar a la Moncloa. Abogaba por un debate sin pactar, con preguntas de los ciudadanos, a cuatro, dejando de lado al resto de fuerzas.

El PP se mueve entre dos formatos. Su vicesecretario de acción sectorial, Javier Maroto, señaló que había «espacio» para un frente a frente entre Rajoy y Sánchez y también para un encuentro entre cuatro. Algo similar puede acabar pasando. Fuentes de RTVE citadas por Europa Press plantearon un duelo entre el presidente y el jefe de la oposición, así como un debate más amplio con los partidos con representación parlamentaria, Podemos y Ciudadanos.