BALANCE DEL 24-M

El "buen" resultado lleva al PSOE a cerrar filas con Pedro Sánchez

Pedro Sánchez y César Luena, este lunes, 25 de mayo, en la reunión de la ejecutiva del PSOE para hacer balance del 24-M.

Pedro Sánchez y César Luena, este lunes, 25 de mayo, en la reunión de la ejecutiva del PSOE para hacer balance del 24-M.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Pedro Sánchez ve despejado el camino hacia la Moncloa. No solo el de su candidatura a las generales de finales de año, sino también el que le puede llevar a ocupar la presidencia del Gobierno. Un día después del "buen" resultado en las autonómicas y municipales, en las que el PSOE se quedó a dos puntos del PP pero está en disposición de recuperar varias comunidades (de Valencia a Extremadura, pasando por Aragón Castilla-La Mancha), el partido cerró este lunes filas con el secretario general, discutido en los últimos meses. Pero ese mar de fondo comienza a quedar atrás, con el único factor de desestabilización que supone Andalucía, cuya presidenta, Susana Díaz, mantiene su distancia con Sánchez.

El PSOE llevaba cuatro años encadenando claras derrotas. Primero en las municipales y autonómicas del 2011, donde perdió casi todo el poder territorial. Después en las generales de ese mismo año, cuando lograron 110 diputados, el peor resultado de su historia. Y más tarde en las europeas del 2014, que llevaron a dimitir al entonces secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ahora, en cambio, los socialistas han ganado oxígeno. Continúan por detrás del PP, su resultado en las grandes ciudades (en MadridBarcelonaZaragoza y Valencia, por ejemplo) ha sido malo, pero España ha girado a la izquierda, la diferencia con sus principales rivales es ahora mucho más corta que antes, la transfusión de votantes a Podemos ha sido menor de lo que se especulaba y una alianza en varios territorios con el partido de Pablo Iglesias, que se da por casi segura, les llevará a desalojar del poder a los conservadores.

Aunque ha dado libertad a sus barones para sellar acuerdos, siempre en sintonía con el programa del PSOE, Sánchez mantendrá conversaciones en los próximos días con Iglesias, con quien está condenado a entenderse, y con el líder de CiudadanosAlbert Rivera.

DEL PASOK A LIDERAR EL CAMBIO

Las expectativas son importantes. "Hace cuatro meses hablábamos del riesgo de acabar siendo tan irrelevantes como el PASOK griego, pero ahora lideramos el cambio en toda España", señaló un miembro de la ejecutiva socialista, que se reunió ayer para analizar los resultados.

La cúpula del PSOE ve en el desenlace del pasado domingo un síntoma de lo que ocurrirá dentro de unos meses en las generales. Es decir, la salida del PP gracias a un pacto con los partidos emergentes, principalmente con Podemos. Algo más cauto que Sánchez, que en la misma noche electoral habló del "principio del fin de Mariano Rajoy", el secretario de organización del PSOE, César Luena, dijo: "Nuestro estado de ánimo es de optimismo prudente. No ha habido remontada, sino una recuperación gradual".

"Es evidente que Sánchez sale reforzado y Rajoy muy debilitado", continuó Luena. Como en otras ocasiones, pero en esta con más sentido, el número dos de los socialistas dio por hecho que Sánchez no tendrá ningún competidor en las primarias para elegir al cabeza de lista a las generales, convocadas para el 26 de julio. "Es el mejor candidato. Lo digo a título personal, pero como secretario de organización algo sabré, porque hablo con los militantes", dijo.

Varios barones trabajan con la misma previsión. El castellanomanchego Emiliano García-Page, que deselojará del poder autonómico a María Dolores de Cospedal, descartó cualquier "cuestionamiento" del líder. El valenciano Ximo Puig, que con mucha seguridad será el presidente de su comunidad, vaticinó que Sánchez "tendrá el mayor apoyo de los militantes". Solo Díaz abogó por aplazar ese debate. El PSOE respira más tranquilo, pero hay tensiones que nunca se apagan.