Bruselas dice que cifrar de 2.000 combatientes europeos en Irak y Siria es "un punto de partida"

El portavoz Interior del Ejecutivo comunitario ha reconocido que el regreso de los combatientes a Europa supone una "amenaza" para "la seguridad interna"

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Comisión Europea ha reconocido este miércoles la dificultad de calcular a los combatientes europeos que se han sumado a las filas de grupos extremistas como el Estado Islámico en Irak y Siria y ha avisado de que la cifra de 2.000 es tan solo "un posible punto de partida" para empezar a entender el fenómeno.

"Es un fenómeno difícil de evaluar. Como Comisión Europea no tiene ninguna cifra ni estadística", ha explicado el portavoz del Interior del Ejecutivo comunitario, Michele Cercone, que ha insistido en que en el Ejecutivo comunitario no disponen de "una cifra o evaluación que lleve a una cifra total".

Aunque tanto los Estados miembros como expertos hablan de "más de 2.000 personas" se trata de "una evaluación muy general" y un mero "posible punto de partida para empezar a comprender el fenómeno", ha avisado el portavoz, que ha asegurado que la cifra cubre a los combatientes que se han desplazado a "Siria e Irak". "Es un fenómeno muy difícil de identificar e incluso más todavía de calcular", ha recalcado.

El coordinador antiterrorista de la UE, Giles de Kerchove, estimó en junio que alrededor de 2.000 europeos se fueron a combatir a Siria.

El Ejecutivo comunitario reconoce que el regreso de estos combatientes a Europa tras haber participado en conflictos armados y haber recibido entrenamiento militar plantean "una amenaza" para "la seguridad interna" pero ha insistido en que los esfuerzos antiterroristas son competencia de los Estados miembro y el papel de la Comisión se limita a "asistir y apoyar su esfuerzos".

Iniciativas de la Comisión

En este sentido, Cercone ha defendido iniciativas lanzadas por la Comisión Europea en materia de prevención para combatir el fenómeno como la Red de Alerta contra la Radicalización o la propuesta del Ejecutivo comunitario para apoyar programas en los Estados miembros para desmovilizar y desradicalizar a miembros de grupos extremistas, con un presupuesto de hasta 20 millones de euros hasta 2020.

También ha recordado el nuevo sistema de Intercambio de Información de Schengen de segunda generación permite a los Estados miembros intercambiar "mejor" información y "más rápido" sobre presuntos sospechosos o sus propuestas para crear un registro de pasajeros aéreos europeo que permita detectar a los extremistas y un sistema de registro para vigilar las entradas y salidas del territorio europeo de nacionales de terceros países, que en ambos casos todavía están negociando los Gobiernos europeos y el Parlamento Europeo.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE volverán a abordar la crisis en Irak por el avance del Estado Islámico en su reunión informal de los próximos 29 y 30 de agosto en Milán.

Los jefes de la diplomacia europea ya respaldaron en su reunión extraordinaria del 15 de agosto en Bruselas la decisión de países individuales de suministrar armas a las fuerzas kurdas en el norte de Irak con el consentimiento de Bagdad para frenar el avance del grupo.

Se cree que el verdugo del periodista estadounidense James Foley, recientemente decapitado por el Estado Islámico, es un ciudadano británico miembro del grupo terrorista.