en la internacional socialista de Cascais (Portugal)

"¿Cómo pretendemos la revolución desde un hotel de cinco estrellas?"

La joven Beatriz Talegón abroncó a los dirigentes socialistas por distanciarse de la calle y no querer oír a la juventud

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Beatriz Talegón, secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, se ha dado a conocer en todo el mundo gracias a su discurso de 10 minutos durante elCongreso de la Internacional Socialista celebrado en un hotel de lujo en Cascais (Portugal) la semana pasada. El vídeo con sus palabras es uno de los más vistos en internet en las últimas horas y se nombre es uno de los'trending topic' de Twitter de este martes.

Sus palabras firmes dejaron boquiabiertos a algunos e hicieron fruncir el ceño a muchos jerifaltes socialistas que tuvieron que oír la bronca de estajoven exconcejala del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo (Guadalajara), cuando no dudó en culpar a sus jefes de la grave crisis mundial y permanecer sentados en sus poltronas.

Revolución en un hotel de 5 estrellas

"Me sorprende mucho ver cómo pretendemos promover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo. Me pregunto de verdad si nosotros podemos darle a los ciudadanos una respuesta cuando vosotros, líderes políticos, les decís que los entendéis, que sufrís porque somos socialistas. ¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro?, ¿de verdad podemos entender lo que estamos pidiendo al mundo desde un hotel de cinco estrellas?", asegura Talegón.

La joven también se lamenta: "Desgraciadamente, no hemos sido los socialistas del mundo los que hemos animado a la gente a salir a la calle ni a movilizarse, y lo que debería dolernos es que ellos están pidiendo democracia, están pidiendo libertad, están pidiendo fraternidad, están pidiendo una educación pública, una sanidad pública y nosotros no estamos ahí", continúa.

Ruptura con la juventud

El palo al 'establishment' socialista no acaba aquí, y Talegón les recrimina: "Lo jóvenes no estamos de acuerdo con estas decisiones. Y es triste tener que pediros de rodillas que nos escuchéis y nos dejéis hablar". "Los jóvenes tenemos muchos que decir porque a la gente le interesa saber qué pensamos, porque somos nosotros los que estamos pagando las consecuencias de vuestra acción o de vuestra falta de acción".

A pesar del rapapolvo, la ovación en Cascais fue unánime.