LA ENCRUCIJADA DEL SOCIALISMO

La batalla socialista se traslada a Valencia con cambios de bandos

El líder socialista valenciano, Ximo Puig, con miembros de su equipo, en la presentación de su candidatura a la reelección al frente del partido, este lunes, 19 de junio, en el Jardín Botánico de València.

El líder socialista valenciano, Ximo Puig, con miembros de su equipo, en la presentación de su candidatura a la reelección al frente del partido, este lunes, 19 de junio, en el Jardín Botánico de València. / periodico

NACHO HERRERO / VALÈNCIA

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Tras la apabullante victoria de <strong>Pedro Sánchez</strong> y su encumbramiento como nuevo secretario general del PSOE, la batalla interna socialista se traslada ahora al PSPV. Los socialistas valencianos deben elegir el próximo 16 de julio a su líder, y a la lógica candidatura del ahora secretario general en la comunidad y presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que apoyó a Susana Díaz, se ha unido la de Rafa García, flamante nuevo miembro de la ejecutiva nacional de Sánchez.

Han sido los apoyos del dirigente madrileño en la Comunitat Valenciana los que han empujado al alcalde de Burjassot a dar el paso. Al menos, algunos de ellos, porque, en la jornada en la que ambos presentaron sus candidaturas, la imagen más destacada fue la de las dos personas que se situaron junto a Puig durante su discurso.

Por un lado, Manuel Mata, síndic socialista en Les Corts, que, desde el principio hasta el final, estuvo al lado del reelegido secretario general del PSOE, y por otro Carmen Montón, 'consellera' de Sanidad, que mantuvo su apoyo a Sánchez durante todo el proceso que acabó con su dimisión en octubre, aunque dio un paso atrás y en las primarias no se significó. Aun así, su nombre estuvo en las quinielas para entrar de nuevo en la ejecutiva.

En la presentación de su candidatura, acompañado por varias decenas de militantes, García restó trascendencia a esos cambio de bando. "Al final no es una cuestión de caras, somos militantes. Todos somos iguales. Un militante, un voto. Esto es lo que nos enriquece, no somos unipensamiento", apuntó.

LA BICEFALIA

García justificó su candidatura porque "el presidente debe dedicar mucho tiempo a la situación de la Comunitat Valenciana y es necesario que el partido continúe vivo y siga haciendo trabajo político". Horas antes, Puig había utilizado al propio Sánchez para tratar de desactivar ese argumento. "Yo quiero que sea presidente y que siga siendo secretario general. La situacion es compleja y debe haber un liderazgo claro", apuntó el presidente valenciano.

García trató de esquivar la pregunta de si, en caso de llegar a la Moncloa, el madrileño debería dejar su recién estrenado cargo. "Deberá tomar su decisión", señaló antes de asegurar que, aunque ganara, él no dimitiría como alcalde. "Ojalá la agenda institucional de un alcalde fuera como la un presidente de la Generalitat, pero no es así", se justificó. García trató también de desligar su candidatura de Sánchez. "No he hablado con él de esta situación porque no tiene nada que decir en un proceso de carácter autonómico", aseguró.

EL IMPACTO EN EL CONSELL

Puig reiteró que respeta la decisión de García de presentarse, pero aseguró que le cuesta pensar "que haya motivos para que se monte una alternativa", pues aseguró que el socialismo valenciano vive "su mejor momento" en 22 años y puso como aval a su candidatura la acción del Consell del Botànic. Eso sí, desvinculó su continuidad en el cargo al resultado de estas primarias. "No contemplo escenarios futuribles, pero el Pacte del Botànic tiene la mejor salud posible. Está garantizada porque fui elegido en primarias abiertas para ser candidato y después en el debate de investidura", resaltó.

También García admitió que "el Consell está haciendo un buen trabajo pero el motor está parado y no puede detenerse". Además, negó reiteradamente que una hipotética victoria suya debilitara a Puig como presidente de la comunidad. "Lo que algunos interpretan como desgarrarse yo lo interpreto como democracia", explicó García, que cree que su rival no dimitiría en caso de perder. "No creo que se dé eso, es una decisión que él deberá adoptar, pero lo que hago es para reforzar al Consell y no para quebrar esa solidez. La organización no puede permanecer en una parálisis permanente", insistió

FEDERALISMO Y MILITANCIA

Puig abogó por un PSPV autónomo respecto a Ferraz y dijo que quiere "un partido federalista y valencianista, con voz propia, que respeta y colabora pero sin aceptar imposiciones, con autonomía". Por su parte, García insistió en dar voz a "las gentes". "El empoderamiento de la militancia ha hecho posible que el proyecto de Madrid haya salido reforzado y la gente quiere que continúe en cada federación", apuntó.