Balas contra el "poli malo"

Dicen sus amigos que la imagen de «poli malo» es solo la armadura que esconde a un alma sensible, que sufre sobremanera con cada crítica, tanto, que el vapuleo público de los últimos meses le ha hecho dar un paso atrás y ya transmitió hace semanas a los suyos que prefiere no postularse como candidato a la alcaldía de Madrid. Pero aun sin ser candidato, y a pesar de su coraza de mordacidad, Juan Carlos Monedero -dirigente fundador de Podemos- sufre ya un vía crucis electoral. PSOE y PP, azuzando la precampaña, hunden sus clavos por la cascada de dudas que suscita la gestión de la empresa Caja de Resonancia, de la que es administrador único.

La información pública sobre esta sociedad indica que Monedero facturó 425.000 euros en solo dos meses, una suma que él atribuye a asesorías políticas para los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, que le habrían solicitado estudios sobre la creación de una moneda única en América Latina.

El dirigente de Podemos arguye el debido silencio profesional y no ha querido mostrar ni los informes ni las facturas, hecho que transmite cierta sensación de opacidad y que ha entregado a PP y PSOE un arma valiosa en pleno año electoral: la de  una presunta financiación ilegal de Podemos por parte de gobiernos latinoamericanos.

Los cobros

La crítica más dura es la del grupo socialista. Ayer, la diputada Isabel Rodríguez, convocó a la prensa en los pasillos del Congreso, en pleno debate sobre el Código Penal, exclusivamente para cargar contra Monedero. Le exigió que explique el origen y el destino de los cobros y le acusó de tener ingresos de «dudosa explicación fiscal».

Apenas unos minutos más tarde, el PP tomó el relevo en la ofensiva. El portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, puso de relieve la vinculación de Monedero con los gobiernos de Irán y Venezuela a los que calificó «de dudosa legitimidad democrática». Hernando le acusó de no pagar el IVA y de abonar en negro a los colaboradores del programa de televisión La Tuerka. Finalmente, la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, habló directamente de «corrupción en Podemos». Tras la oleada de ataques, llegó el capote del secretario general, Pablo Iglesias. «Ojalá que en España hubiese más empresarios como Monedero», dijo. Pero ayer por la tarde la presión era tal que Podemos analizó la posibilidad de dar su versión en rueda de prensa, o incluso, de exhibir las facturas. Esta opción fue finalmente desestimada.

Monedero, en entrevistas a medios en los que colabora habitualmente, ha explicado que no declaró el IVA porque las facturas fuera de la UE están exentas y que todos los cobros se concentraron en dos meses porque los gobiernos son laxos en sus pagos.