EL PULSO SOBERANISTA

Mas se mantiene en la desobediencia pese al aviso del Constitucional

Artur Mas, este jueves, en el pleno de investidura. Tras él, los miembros de la Mesa.

Artur Mas, este jueves, en el pleno de investidura. Tras él, los miembros de la Mesa. / ae/rgl

ROGER PASCUAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Artur Mas se mantiene firme en su desobediencia al Tribunal Constitucional (TC). Pese a haber recibido este jueves, como 20 otras autoridades catalanas, la carta del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en la que se advierte de las "eventuales responsabilidades, incluida la penal, en la que pueden incurrir" si no acata la suspensión de la resolución independentista decretada por el Constitucional, el 'president' en funciones no se ha movido de su idea de acatar solamente las leyes catalanas. "No se trata de saltarse legalidades, si no de sustituir una legalidad española por una catalana", ha sentenciado en el Parlament.

Mas: "No se trata de saltarse la ley, sino de sustituir la española por la catalana"

Muhammad Ali recibió en 1967 una carta, la de reclutamiento para de las fuerzas armadas de EEUU. El campeón del mundo de los pesos pesados, que se había convertido al islam, se negó a aceptarla alegando convicciones religiosas y su rechazo a la guerra del Vietnam. Tras declararse objetor de conciencia, fue detenido, acusado de traición y condenado a cinco años en prisión. Perdió la licencia para boxear y perdió el título de campeón del mundo. Pero, finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón en el 1971.

Mas: "El Gobierno utiliza al TC para hacer política"

Como Ali, Mas ha recibido este jueves otra carta instándole a seguir la legalidad, pero eso no le ha hecho apartarse ni un milímetro de su apuesta por la desobediencia. Como el púgil norteamericano, está convencido de que el tiempo le dará la razón. Lejos de bajar los brazos, ha defendido en el Parlament que la decisión del TC solo refuerza su visión de que es un tribunal politizado. "Nada nuevo en el horizonte. Estamos acostumbrados. Sabemos, por ejemplo, que el Gobierno español, en lugar de hacer política, que es lo que le corresponde, utiliza el TC para hacer política. Y esa es la señal del inmovilismo ante la realidad catalana".

Pese a que Xavier García Albiol e Inés Arrimadas le han apretado para que dijera explícitamente si acataría o no la decisión, Mas ha fintado los directos de los representantes del PP y CiutadansAntonio Baños sí que ha entrado en el cuerpo a cuerpo con Albiol. "Los 10 diputados de la CUP no acataremos", ha dicho el líder de la CUP. Marta Rovira, portavoz de Junts pel Sí, también ha subrayado que la resolución "en ningún caso ha suspendido el mandato democrático y legitimo al que nos debemos".

CIUTADANS Y PSC, VIGILANTES

Como Mas, Carme Forcadell y los miembros de la Mesa del Parlament también recibieron en mano una misiva del TSJC. Todos sus miembros la aceptaron con normalidad, como ha explicado José María Espejo-Saavedra, el vicepresidente segundo de la Mesa. El también diputado de Ciutadans también ha advertido de que hará constar en acta los votos de todos los componentes del órgano si debaten algún aspecto de la resolución independentista. El PSC mandará un escrito a los integrantes de la Mesa para recordarles su deber de "impedir o paralizar" cualquier iniciativa que suponga "eludir o ignorar" la suspensión. Por su parte, Catalunya Sí que es Pot ha solicitado un informe a los servicios jurídicos de la Cámara para que dictaminen cuál debe ser la actuación de los representantes señalados.

En un día de muchas cartas, Josep Lluís Trapero, comisario jefe de los Mossos, ha dirigido una comunicación a todos los agentes del cuerpo que le informen de cualquier posible caso de sedición en Catalunya, para asumir "en todos los supuestos y sin excepción" las decisiones a adoptar. Una serie de directrices para "dar seguridad jurídica" al cuerpo y dar cumplimiento al escrito del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, que les instó a informar a los tribunales si en el proceso independentista se produjera un delito de sedición.