Artur Mas lee EL PERIÓDICO

Una escritora próxima alpresidentescribía ayer queArtur Mastiene más «mirada de estadista» queFelipe González. E incluso queJordi Pujol. ¡Caray, para haber pasado de 62 diputados a una previsión de 35 en 31 meses, no está mal! No certifico lo de la mirada, pero sí aseguro queMasleyó el viernes la encuesta de EL PERIÓDICO. Mejor dicho, tomó conciencia de que lo que ya sabía -lo dice una encuesta interna de CDC- estaba siendo devorado por electores y cuadros de CiU.

Y con elsorpassoen la calle, no podía seguir sosteniendo la fantasía en la que se instaló tras el fracaso en las anticipadas. Había que reaccionar. Un influyente medio aseguró que el martesMasdaría un golpe de timón y explicaría su plan de gobierno hasta el 2016. ¡Un plan de gobierno seis meses después de tomar posesión y sin presupuesto del 2013! Elpresident-ahí tiene razónDuran Lleida- no modificó su agenda soberanista…, solo alteró el calendario. No es una tontería, porque implica cambiar la hoja de ruta. ¿Estamos ante un golpe de timón enmascarado de la apuesta de los siete primeros meses de legislatura? ¿Es posible un golpe de timón discreto, sin que se entereOriol Junqueras?¿Y sin que los que creen que el Estado propio está a un tiro de piedra lancen huevos a la cara deMas(y a la deJunquerassi, por lo que sea, mira hacia otro lado)?

Tras las elecciones de noviembre, el pacto con ERC era casi obligado, pues CiU se quedó a 18 escaños de la mayoría y con los puentes rotos con sus hasta entonces socios del PP y con el PSC. Y firmó la capitulación, la consulta en el 2014. Había una claúsula para retrasarla, pero siempre con permiso del socio, y está claro que ERC -su concisa secretaria generalMarta Roviralo explica- está por acelerarla. Temen que una derrota en el referendo escocés de octubre del 2014 desinfle a la hinchada independentista y excite al aznarismo. Y comoRajoy(al menos con mayoría absoluta) no autorizará el referendo, y hacerlo sin acuerdo con Madrid es imposible (lo confesóGermà Gordó), la vía que quedaba para cumplir el pacto era convocar unas elecciones plebiscitarias antes del 11 de septiembre del 2014. YJunquerasllegó a ofrecer la lista única, encabezada porMasy él de segundo. Luego, dos de CDC (o de CiU) por cada uno de Esquerra.

Pero las elecciones plebiscitarias -con lista única o separadas- solo son aceptables paraMassi se reconoce su liderazgo y el de su partido. Tras la encuesta es soñar. Si CiU va sola puede quedar segunda. El suicidio. YJunquerasno repetirá la oferta de hace tres meses sin obligar aMasa comprometerse con una declaración unilateral de independencia. Y, en todo caso, la fuerza que cortaría el bacalao sería ERC.

Así,Artur Masva a intentar resistir (no lo tiene facil) hasta el 2015, hasta las elecciones españolas. Entonces, sin mayoría absoluta en Madrid, se puede abrir una gran negociación. Pero para llegar ahí necesita el permiso deJunqueras(difícil, porque entonces la CUP cogería la llama independentista). Y para encontrar otros apoyos serios -la invitación hipócrita a un PSC al que suagit-propataca con saña no sirve-,Masnecesita suavizar oficialmente, que no traicionar, su soberanismo. Quizá no lo descarte, porque ha dicho a dirigentes de CDC estar dispuesto a aceptar una consulta no vinculante, con una pregunta pactada conRajoy, tras un buen acuerdo de financiación.Masse ha equivocado mucho, pero si fuera así…, mejor ayudarle.