INSPECCIÓN EN EL AYUNTAMIENTO DE LA CAPITAL DEL SEGRIÀ

Anticorrupción registra más de 10 horas el consistorio de Lleida

Unos funcionarios salen con documentos del Ayuntamiento de Lleida, ayer.

Unos funcionarios salen con documentos del Ayuntamiento de Lleida, ayer.

EVA VISA / LLEIDA

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La crisis desatada en el Ayuntamiento de Lleida vivió ayer un nuevo capítulo con la entrada en el consistorio de funcionarios de la Fiscalía Anticorrupción y de la Oficina Antifrau para investigar posibles irregularidades en la gestión de su alcalde, el socialista Àngel Ros. La inspección en las dependencias municipales, que empezó a las once de la mañana y a las nueve de la noche aún continuaba, se produjo a raíz de dos denuncias presentadas por la exprimera teniente de alcalde y exconcejala de Urbanismo Marta Camps, destituida por Ros hace dos semanas por «pérdida de confianza».

Una de las denuncias que investiga Anticorrupción hace referencia a la adjudicación de la discoteca Larida a la empresa Adaix de Negocios. Sobre este asunto, Camps explicó que el consistorio pudo hacer «un traje a medida» a la adjudicataria para eximirle del pago de unos 300.000 euros. La segunda denuncia está relacionada con  las retribuciones de Ros. La investigación trata de determinar si se hubo una superposición en el cobro de dietas como alcalde de Lleida y diputado del Parlament.

ANTIFRAU TAMBIÉN INDAGA / Los tres funcionarios enviados por Anticorrupción coincidieron en el ayuntamiento leridano con cuatro miembros de la Oficina Antifrau, ante la cual Camps había denunciado un posible caso de espionaje en su ordenador y móvil corporativo. Los funcionarios vaciaron la información de sus dos ordenadores para investigar si otras personas accedieron a las comunicaciones y correos electrónicos sin su autorización.

La exnúmero dos de Ros, que estuvo presente durante las inspecciones realizadas por los funcionarios en las oficinas municipales, explicó que Anticorrupción decidió actuar al encontrar indicios de delito en los casos denunciados y que por ese motivo se abrió una investigación preliminar. «Con todo esto pretendo que salga a la luz la verdad y que, si se ha cometido alguna ilegalidad, se aplique la justicia», señaló la concejala.

ROS ESTABA EN MADRID / En el momento del registro, Ros se encontraba en Madrid, donde tenía previsto asistir a una reunión de la Federación Española de Municipios  y Provincias, pero tuvo que adelantar su regreso a Lleida debido a la inspección de la fiscalía. El alcalde volvió a negar las acusaciones de Camps y recalcó que tanto en el expediente de la adjudicación de la discoteca Larida como en el asunto de las dietas siempre he actuado «dentro de la más estricta legalidad».

El alcalde manifestó también que los funcionarios municipales colaboraron durante el registro aportando la información solicitada y dijo estar muy tranquilo porque todos los expedientes «están bien hechos, dentro del marco legal».

El regidor reiteró su disgusto por la actitud de Camps, que fue su mano derecha durante los últimos 11 años, y se mostró convencido de que la teniente de alcalde no hubiera actuado de este modo si él hubiera decidido incluirla de número dos en la lista de las próximas elecciones municipales del 24 de mayo. «En su afán destructivo y vengativo, Camps quería la foto con los funcionarios de Antifrau y Anticorrupción registrando las oficinas municipales, pero buscaba sobre todo mi destrucción política. Esta es la historia de una venganza», concluyó.