LA ENCRUCIJADA DEL SOBERANISMO

La ANC reconoce el desánimo independentista y critica a Junts pel Sí

'Senyeres' y 'estelades' en la histórica manifestación de la Diada del 2012.

'Senyeres' y 'estelades' en la histórica manifestación de la Diada del 2012. / periodico

FIDEL MASREAL / XABI BARRENA / BARCELONA

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La Assemblea Nacional Catalana (ANC) celebra el próximo sábado una asamblea general ordinaria donde hará balance del año y proyectará sus expectativas de futuro. En su informe de gestión, la entidad afirma que el movimiento independentista que ellos lideran “se ha consolidado” y ha ido “aumentando”, aunque, eso sí, “también se empieza a percibir una cierta falta de entusiasmo” entre las bases secesionistas.

No es este el único punto del extenso informe de gestión que hace arquear las cejas. En el apartado de incidencia política, la Assemblea afirma que “asumió como propia la creación de Junts pel Sí”, una frase que desagradará a ERC y la CUP, reacios a la lista política única. Eso sí, los partidos integrantes de la coalición ganadora de los comicios del 27-S “desde la mañana siguiente a las elecciones mostraron de manera evidente que sus diferencias de modelo pueden poner en riesgo el objetivo político”, es decir, la independencia.

Todo ello, juntamente “con el error cometido de haber situado en igualdad de condiciones a la CUP y a JxSí, mermó considerablemente el liderazgo que ha tenido la ANC durante los últimos años”. No es este el único mea culpa relacionado con la CUP, con haber contemporizado demasiado con la CUP, de hecho. Sigue el informe: “Fue tan explícita esta pérdida de liderazgo que, durante cierto tiempo, la ANC no tuvo voz (…) Seguramente, una parte de la imposibilidad de recuperarla también vino por el cuidado por (o el complejo por) no explicitar la incomparecencia de una de las partes independentistas si llevábamos a cabo reuniones de los firmantes de la hoja de ruta  o de la mesa de fuerzas políticas y entidades soberanistas.

FORCADELL Y SÀNCHEZ

No es la primera vez que destacados miembros de la ANC se refieren en estos términos a los anticapitalistas. En el proceso de investidura de un ‘president’, entre el 27S y la elección de Carles Puigdemont, cuando la CUP se negó a prestar sus votos a Artur Mas, tanto el presidente, Jordi Sánchez, como su antecesora, y ya entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, afirmaron que se habían equivocado con los anticapitalistas. Sánchez,en Twitter, escribió: “A todos los que confiaron en la ANC cuando pedimos el voto a cualquier opción independentista, el 27-S, y hoy os sentís engañados, os pido perdón”. Forcadell fue aún más explícita, en la misma red social: “Siempre he pensado que al final la CUP ayudaría a hacer realidad el madato democrático del 27S. No ha sido así. Me equivoqué y mucho”.

Con todo, prosigue el informe, la apuesta por el referéndum “ha servido para retornar al puesto que siempre ha ocupado la Assemblea, hacer de altavoz de la sociedad civil en lo que respecta al objetivo final y a lo que se precisa para alcanzarlo y liberarnos de complejos: quien no quiera estar explícitamente con la ANC no hace falta que esté, pero no podemos ralentizar la maquinaria, hay que seguir adelante. ¿A quién se refiere la entidad? Difícil aventurarlo, aunque en los últimos meses ha habido alguna discrepancia soterrada entre la Assemblea y alguno de los partidos. Por ejemplo, con el PDECat a cuenta de la DUI.

La defensa que la ANC hace de la declaración unilateral de independencia, en la hoja de ruta que también se aprobará este sábado, chirrió en los oídos posconvergentes, persuadidos de que sin el aval de una mayoría en las urnas (que aún no se ha producido) no se puede acometer tal reto.