ACTO EN CORNELLÀ

La ANC mete presión a ERC al bendecir la lista unitaria de Mas

La presidenta de la Assemblea, Carme Forcadell, conversa con el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà, ayer en la Fira de Cornellà.

La presidenta de la Assemblea, Carme Forcadell, conversa con el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà, ayer en la Fira de Cornellà.

JOSE RICO / BARCELONA

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Igual que todas las marcas en las que ha mutado el soberanismo civil en Catalunya a lo largo de la historia reciente, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) es un colectivo en el que conviven, básicamente, dos sensibilidades políticas: una más afín a CDC y otra más próxima a ERC. Esa realidad es clave para interpretar el encaje de bolillos que la entidad ha tenido que hacer tras la propuesta del presidente de la Generalitat de conformar una lista unitaria independentista. La respuesta de las huestes de Carme Forcadell, plasmada en un manifiesto presentado ayer en Cornellà, puede hacer las delicias de Artur Mas porque da el visto bueno a su hoja de ruta y, por tanto, mete más presión a Oriol Junqueras. Pero el líder de Esquerra, que prefiere presentarse por separado pero con un programa común, puede aferrarse a que la ANC se abre a negociar los términos de la fórmula electoral.

Ese asidero es, en todo caso, frágil porque el manifiesto apuesta de forma clara por forjar una candidatura que llama «transversal», que integre a todas las sensibilidades del soberanismo «social y político». Este esquema sigue la estela del plan que expuso Mas el pasado martes, pero la ANC evita anclarse a él y lo concibe como «un buen punto de partida». Cabe recordar que la propuesta del 'president', más allá de la lista electoral, establece un plazo de 18 meses, después de las elecciones plebiscitarias, para cimentar las estructuras del nuevo Estado y negociar las condiciones de la independencia con el Gobierno central. Un planteamiento que no comparten ni Esquerra ni algunos sectores de la Assemblea.

La entidad abraza la estrategia de Mas de convertir las elecciones en la «consulta definitiva» que dé carácter vinculante al sucedáneo de consulta del 9-N y envíe un mensaje «claro» a la comunidad internacional. Por esta razón, coincide con el 'president' en la necesidad de que las fuerzas soberanistas dejen en stand by el resto de su ideario y «centren la oferta en los puntos comunes», esto es, en la consecución de la independencia «en el plazo más breve posible». Un guiño a Mas en el qué y otro a Junqueras en el cuándo.

EQUILIBRIOS INTERNOS / Ese es el equilibrio interno que ha tenido que salvaguardar la ANC. Empujar a Esquerra hacia la lista unitaria sin dejar de presionar a Mas con el timing del proceso, honrando así al lema de cabecera del independentismo: 'Tenim pressa'. Y es que la entidad mantiene su exigencia de celebrar las elecciones en febrero, de manera que el nuevo Parlament echase a andar durante la primavera. Un calendario que también va más en la línea preferida por ERC, ya que el presidente de la Generalitat evita poner plazos para los comicios.

La Assemblea incluye en su manifiesto una demanda de reciprocidad a los partidos soberanistas para que, tras la contribución de la entidad a la causa independentista, estén ahora ellos a la altura de las circunstancias y lleguen a un acuerdo satisfactorio, «de la misma manera que la ANC trabajó unitariamente para superar las dificultades surgidas en el momento en que la celebración del 9-N peligró».