Amnistía Internacional pide a Interior que "depure responsabilidades" tras las "agresiones policiales" del 25-S

"Me metieron tres piedras en la mochila", relata Gabriel Jimenez, detenido en la proteta Rodea el Congreso

PATRICIA MARTÍN

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Amnistía Internacional (AI) ha presentado este jueves un informe en el que se denuncian varios casos de "uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y obstrucción del acceso a la asistencia médica" de manifestantes y periodistas en las protestas contras la políticas de austeridad que se vienen sucediendo en varios países de la UE. El ejemplo más reciente se produjo, según la oenegé, el pasado 25 de septiembre en España en la protesta denominada Rodea el Congreso, que concluyó con una carga policial cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.

AI se ha dirigido directamente al ministerio del Interior para exigirle que investigue la actuación de las unidades que aquel día protegieron el perímetro del Congreso, a los agentes que se infiltraron entre los manifestantes de paisano y la actuación policial en la estación de Atocha, que según AI, reviste "especial gravedad" porque los agentes "pegaron a pasajeros y atacaron a un periodista".

La oenege solicita al ministro, Jorge Fernández, que haga público el resultado de la investigación y depure responsabilidades tanto sobre los agentes que agredieron a "manifestantes pacíficos" como aquellos que no llevaban identificación. El objetivo último es que el Gobierno español "deje claro que no va a tolerar abusos policiales". AI ha puesto en marcha además una "ciberacción" que consiste en una carta dirigida al ministerio que pueden firmar todos los internautas que compartan las denuncias de la oenegé en torno a la protesta Rodea el Congreso.

EL TESTIMONIO

El informe de AI recoge el testimonio de Gabriel Jiménez, uno de los detenidos en la noche del 25-S. Jiménez ha relatado, en la rueda de prensa de presentación del informe, que la policía le metió en la mochila a él y a una amiga suya "tres piedras para demostrar que eran violentos". Jimenez asegura que él no se resistió ante la detención, tan solo corrió para evitarlo y, sin embargo, el atestado policial recoge que se mostró extremadamente violento.

El joven recibió un golpe en la cabeza que requirió que los efectivos sanitarios le pusieran seis grapas. Sin embargo, durante su estancia de tres días en los calabozos, no le suministraron los analgésicos que necesitaba y no le volvieron a conducir ante un médico, como él solicitaba.

El documento recoge además el testimonio de Paloma Aznar, una periodista que se dedica precisamente a documentar los presuntos abusos policiales, y que sufrió el golpe de una pelota de goma cuando cubría la marcha de los mineros celebrada el pasado julio en Madrid. Según sus cálculos, en los últimos diez años han muerto 2 personas y 23 han perdido un ojo por los golpes de las pelotas de goma.