El ala más antiabortista del PP se alza en contra de la reforma de Rajoy

El exministro del Interior Jaime Mayor Oreja, en la manifestación antiabortista  del pasado 14 de marzo en Madrid.

El exministro del Interior Jaime Mayor Oreja, en la manifestación antiabortista del pasado 14 de marzo en Madrid.

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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La pésima gestión con la que el Gobierno ha manejado su incumplida promesa de "cambiar el modelo de la actual ley del aborto" -incluida en el programa electoral del 2011- va camino de convertirse en uno de los mayores tropezones de la legislatura, de principio a fin, dado que ahora un reducido grupo de parlamentarios amenaza con votar en contra de la minirreforma que obligará a las adolescentes a contar con el permiso paterno para poder interrumpir sus embarazos.

La proposición de ley con el cambio se debatirá previsiblemente este mes. Y dado el malestar de un sector del PP con la decisión de Mariano Rajoy de sacrificar la restrictiva ley Gallardón y promover una modificación parcial que solo afecta a las menores, miembros del Ejecutivo y del partido han mantenido conversaciones con la decena de parlamentarios significativamente más antiabortistas para evitar que, en plena precampaña de las elecciones de mayo, se traslade la bochornosa imagen de que el PP no vota en bloque en un asunto crucial para parte de su electorado. La maniobra ha minimizado el enfado, pero no del todo. Al menos cuatro populares mantienen que, salvo imprevistos, votarán en contra de una iniciativa que, a su juicio, no hace sino «avalar» la ley de plazos actual, según ha podido constatar EL PERIÓDICO.

La carta con la advertencia

A mediados de febrero, siete diputados y cinco senadores -12 en total- ya enviaron una carta a Rajoy para pedirle in extremis que cumpla su promesa y derogue la llamada ley Aído para devolver a España a una normativa que penalice el aborto salvo en determinados supuestos, parecida a la que encumbró Alberto Ruiz-Gallardón y que el presidente, por miedo a perder el electorado más moderado, retiró el pasado septiembre, lo que provocó la dimisión del entonces ministro de Justicia.

"El hecho de que compartamos el mismo ideario, hace que te remitamos estas líneas para expresarte nuestra preocupación por el recorrido que va a tener uno de los pilares ideológicos de la formación: el derecho a la vida", comenzaba la misiva, en la que los parlamentarios hacían valer que su postura «no se han movido ni un milímetro de lo que figura en el programa, en lo aprobado en sucesivos congresos y en el recurso de inconstitucionalidad» interpuesto la pasada legislatura. "¿Qué ha cambiado en cinco años para que las razones que expusimos ya no sirvan?", preguntaban a Rajoy, al que acusaban de no cumplir sus compromisos "por un puñado de votos" y por "miedo" a Podemos.

Los precedentes

No es la primera vez que este núcleo de parlamentarios se dirigía a la cúpula del Gobierno y del partido, que hasta ahora hecho oídos sordos a sus demandas. No obstante, en esta ocasión, amenazaban con no apoyar una minirreforma que, aunque exige el permiso paterno a las jóvenes de 16 y 17 años, en su opinión «da por bueno» el derecho a abortar libremente hasta la semana 14 de gestación.

Esta advertencia encendió las alarmas en la Moncloa y Rajoy encargó al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, hasta hace unos meses jefe del grupo parlamentario popular en el Congreso, y a su sucesor, Rafael Hernando, apagar el incendio. El ministro mantuvo una larga reunión con los díscolos mientras que Hernando llamó uno a uno a los diputados firmantes de la misiva. El argumento que les trasladaron es que aumentar la protección de las menores en un situación tan difícil también figura en el programa electoral, al tiempo que les recordaron que la fuerza no pretende convalidar nada y de hecho no ha retirado el recurso ante el Constitucional, que es el que establecerá finalmente si en España impera una ley de plazos o de supuestos.

Hernando además emplazó hace unos días, en rueda de prensa, a todos los populares a votar conforme a lo que dicta el compromiso electoral sobre las menores y, aunque él mismo ha reclamado al PSOE libertad de voto para intentar arañar el apoyo de los socialistas que respaldan que haya una mayor tutela sobre las adolescentes, recordó que los diputados que se salten la disciplina serán sancionados. El portavoz popular minimizó además el malestar y se mostró convencido de que no habrá fugas porque "la gente dice muchas cosas en público que no coinciden con la realidad".

Sin embargo, ni los argumentos ni las amenazas han hecho mella en algunos parlamentarios, como José Eugenio Azpiroz quien, en declaraciones a este diario, asegura que «por coherencia política» con el ideario del PP y por "convicción" no va a dar "carta de naturaleza" al derecho a abortar que en su opinión reconoce la proposición de su grupo, "dado que solo traslada la legitimidad de la menor a sus padres, pero no restringe el derecho". Azpiroz explica que su decisión está muy meditada, "no es una ocurrencia primaveral" y cree que queda poco margen para que su grupo introduzca alguna modificación que le pueda hacer cambiar de opinión.

Al menos dos diputados más comparten su disposición a saltarse la disciplina de voto, según fuentes populares, mientras que, en el Senado, el conservador Luis Peral -también en declaraciones a este diario-se muestra un poco más optimista y confía en que, en forma de enmiendas, el PP rectifique su posición. Si no lo hace, advierte, no va a respaldar el "pequeño cambio" que afecta a las jóvenes por motivos similares a los expuestos por Azpiroz. Peral reclama a su grupo que le deje votar "en conciencia".

Pero no es fácil que el PP acceda. Cuando se ha visto en una tensión similar, pero por el flanco contrario, debido a la permisividad de Celia Villalobos hacia el aborto, le ha puesto la correspondiente sanción.