LOS CANDIDATOS A ALCALDES 6. BARCELONA

Ajedrez a tres bandas

Las elecciones en la capital pueden ser un anticipo de los nuevos aires que la política catalana comienza a atisbar. ERC confía en poner la bandera del independentismo republicano en el consistorio y cuestionar la actual hegemonía, débil, de CiU. Pero la irrupción de Guanyem, unida a los posibles descensos de PSC y PP, deja un panorama muy abierto cara al 24 de mayo del 2015.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Todo más abierto que nunca. Así definen los partidos las próximas elecciones en Barcelona. Una ciudad que nunca ha vivido mayorías absolutas, ni tan solo en los mejores años del maragallismo, cuando el alcalde se imponía con 21 concejales sobre 43. La actual composición de fuerzas y, sobre todo, la que vaticinan sondeos como el del GESOP para EL PERIÓDICO hacen que ni CiU, ni ERC, ni el PSC ni la candidatura alternativa de Guanyem ni el PP puedan asegurar que estarán o no en el futuro Gobierno municipal. Y que incluso sea necesaria una difícil combinacion a tres bandas para garantizar un gobierno estable.

Hasta las elecciones, dos cuestiones serán clave: cómo queda el actual pacto entre ERC y CiU en Catalunya si no se celebra la consulta soberanista de noviembre y hasta qué punto Guanyem podrá incorporar a movimientos sociales diversos, a Iniciativa y a la CUP, y remover todo el mapa de la izquierda.

Ante tal sacudida, el alcalde, el convergente Xavier Trias, parece decidido a no perder la calma. Seguirá con lo que él mismo define como una gestión tranquila, apostando por lo que CiU describe como «priorizar la atención a las personas» y aplicar «el sentido común». El objetivo es seguir en el centro del tablero, clave para cualquier ajedrecista que se precie. Un poco más soberanista y progresista, atendiendo a los nuevos vientos en Catalunya.

ESPERANDO ALIADO / A partir de ahí, esperar pareja de baile. Trias da por hecho que sufrirá un cierto desgaste, pero lo compensa con que para sacarle de la alcaldía tendrán que ponerse de acuerdo partidos de difícil compatibilidad. A partir de ahí, el edil espera poder encontrar en el nuevo candidato republicano, Alfred Bosch, un buen aliado. Y quién sabe si también en el socialista Jaume Collboni. O ambos, si la aritmética lo requiere. Cabe recordar, además, que el PP ha sido su apoyo en momentos clave de este mandato.

Sobre alianzas, el nuevo candidato republicano no se definirá. La campaña de Bosch pasará, cómo no, por el soberanismo. Y por no casarse con nadie: ni descartará un gobierno con Trias ni la alianza con las otras fuerzas de izquierdas. Bosch hará un discurso de cultura del esfuerzo y la épica colectiva. Aspira a todo, sabiendo que su partido se plantea las municipales en toda Catalunya como una reválida para confirmar el sorpasso a CiU. A partir de ahí, todo dependerá de si se celebra o no el 9-N y de si los lazos entre Mas y Junqueras se deshacen. Entonces Bosch tendría vía libre para explorar otros socios más a la izquierda. Si la CUP acaba formando parte de Guanyem, esta opción sería más posible.

SACUDIDA EN LA IZQUIERDA / Sin embargo, eso también está verde. Guanyem Barcelona sigue en ascenso pero en construcción. La plataforma surgida de liderazgos como el de Ada Colau en la PAH ya ha recabado las 30.000 firmas de apoyo que se propuso hace menos de dos meses y está convencida de que la capacidad de movilización en los actos celebrados hasta ahora en varios barrios son la mejor presión hacia el conjunto de movimientos y partidos (en especial ICV, Podemos y la CUP) para que cuaje la confluencia de intereses en una candidatura.

Guanyem aspira a ser la gran sorpresa y se irá definiendo en los próximos meses en cuestiones como los principios éticos (octubre) y programáticos (noviembre/diciembre). Y al final del proceso,  trazará la lista electoral. Iniciativa asegura que, por su parte, la apuesta por estar en esta nueva nave es total. Y confía en superar los personalismos y batallas interpartidistas. Eso sí, Guanyem es perfectamente consciente, y así lo ha constatado ya en varios actos públicos, del recelo de ciertos sectores de la izquierda y de la CUP a dar a ICV la oportunidad de un «lavado de cara» respecto a su anterior gestión municipal.

El tablero puede incluir también a los socialistas. Frente al desgaste de sus siglas (la encuesta de EL PERIÓDICO les deja con seis concejales), el PSC se alejará tanto como haga falta de los errores de los exalcaldes socialistas y apostará por la alianza de las izquierdas sin dejar de reivindicar un cierto pragmatismo. Su pequeño gran problema es que Guanyem rechaza de entrada pactar con un partido al que corresponsabiliza de los males de la ciudad y corruptelas de la política. Y ERC tampoco está por la labor de aliarse con Collboni, al que le quedaría la opción, no descartable, de apoyar a Trias.

Junto a todo este espacio y la posible aparición de Ciutadans, el PP se mantendrá en su sitio natural, el del mensaje conservador y al mismo tiempo de apoyo o muleta de Trias cuando ha sido necesario. Alberto Fernández hará valer también sus votos si son decisivos para que Trias siga gobernando. El tablero, pues, más abierto que nunca.