Y ahora ... a pactar

Un seguidor de Colau, ayer.

Un seguidor de Colau, ayer.

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Antón Losada explicaba ayer en estas páginas cuáles son las claves para saber quién ha ganado y quién sale derrotado. Y apuntaba que el primer factor a tener en cuenta es uno tan básico como es el comparar los objetivos que se habían marcado las distintas fuerzas y el resultado obtenido. Esta vez la conclusión más evidente es que los partidos emergentes han nacido para mandar. Y eso obligará a siglas tradicionales y nuevas a entenderse.

BARCELONA

El giro radical requerirá de socios

Siguiendo con el principio de correlación entre objetivos y resultados, está claro que Ada Colau ha logrado su propósito. Para gobernar tendrá que llamar a la puerta de ERC y de la CUP (y probablemente a la del PSC), si quiere asegurarse la mayoría absoluta. Del mismo modo que Colau es la ganadora de estas municipales en Barcelona, Xavier Trias no ha conseguido su objetivo: mantener una alcaldía que CiU solo habrá sabido retener una legislatura. Hoy será día de resaca, pero también de primeros tanteos. Si ERC apoya a Colau, ¿acabará desgastando aún más la relación entre los republicanos y CiU? Además, Barcelona en Comú y la CUP deberán limar asperezas para llevar adelante la gobernabilidad de la capital catalana.

CATALUNYA

Más voto ideológico que soberanista

CiU puede decir que es la fuerza más votada en el conjunto de Catalunya, pero no tiene motivos para la alegría. Los catalanes no han elegido en clave plebiscitaria, pese a que sobre todo Esquerra, pero también Convergència, habían lanzado mensajes apelando al electorado soberanista a movilizarse como si esta fuese la primera vuelta de las autonómicas del 27-S. Viendo los resultados obtenidos por estas dos fuerzas, ahora esta es una fecha que está más que nunca en el aire.

El contrapeso vendría de la mano de la CUP, un voto muy ideológico, que consigue entrar en todas las capitales catalanas y en la mayoría de ciudades con un mensaje que combinaba la reivindicación social y la independencia. Su presencia, igual que la de otras fórmulas de la nueva izquierda, como las coaliciones municipales ligadas a Podemos, demuestran que la política, la bautizada como nueva política, sí interesa. En el otro extremo, Ciutadans consigue superar al PP en decenas de municipios. Todos estos movimientos llevan a la conclusión de que ya no existen las grandes mayorías absolutas (con permiso de la triunfadora Núria Parlón en Santa Coloma de Gramenet) y la última en caer ha sido la del también socialista Àngel Ros en Lleida. Eso implica que empieza la hora de las conversaciones y de los pactos.

ESPAÑA

Pendiente de las negociaciones

El PP gana las municipales, pese a bajar 11 puntos respecto a hace cuatro años. Pero si se acerca la lupa, rápidamente se comprueba que no es un buen resultado. De entrada, podría perder feudos tradicionales como Madrid, Palma y Valencia si los diferentes grupos de izquierda son capaces de cerrar un acuerdo para presentar una alternativa de gobierno. Manuela Carmena, la exjueza que ha encabezado la lista de Podemos en Madrid, y una de las grandes sorpresas de esta campaña, puede convertirse en alcaldesa y arrebatar la plaza a la favorita, Esperanza Aguirre, si consigue hilvanar un pacto alternativo. Y puede hacerlo porque el PP y Ciutadans no suman para configurar un equipo de gobierno. De ser así sería un golpe más que duro para los populares.

Algo parecido ocurre en Valencia, donde los partidos de izquierda suman más que Rita Barberà y Ciudadanos juntos. O sea, que en este otro feudo popular, la alcaldía dependerá de las negociaciones que empiecen hoy. Además, el PP ha perdido la mayoría absoluta en Sevilla, Huelva y Cadiz.

Los socialistas no pueden presumir de resultados, pese a que acortan la distancia con el PP hasta dejarla en un punto. De su capacidad de llegar a acuerdos, en especial con Podemos, dependerá que pueda parecer un éxito.