Agustí Colomines: "No se ve mucha estrategia en la transición nacional"

Tras dimitir como director de la fundación CatDem, vinculada a Convergència, Agustí Colomines habla con más sinceridad que nunca sobre los problemas internos de CDC: desde el desafío soberanista a la presunta financiación irregular en el caso Palau. Su análisis parte de un contacto directo con el president Artur Mas.

–¿Cómo ve el proceso de transición nacional y la consulta soberanista?

–Nos falta algo de vigor, seguramente por la difícil situación económica. La situación de las finanzas de la Generalitat es tan angustiosa que intentar combinar la solución del día a día sin abandonar los objetivos generales se hará complicado. No se ve mucha estrategia. Supongo que el Consell Assesor per a la Transición Nacional servirá para definir mejor el camino a seguir.

–La consulta del 2014, ¿está preparada, en cuanto a la base jurídica y social con la que llevarla a cabo?

–Sin que nadie me acuse de traidor, creo que en estas circunstancias nos tendríamos que rearmar, hacer un Govern fuerte y, si conviene, ser conscientes de que posiblemente esto lo podremos resolver a final de legislatura. En su día ya estuve en contra de fijar una fecha, pero los de ERC en esto han de contentar a la parroquia como sea.

-¿Ve futuro al pacto con ERC?

–Sí, si la gente es razonable y hace política en lugar de hacer tonterías. Y el PSC, que está en crisis, haría un gran favor al país y a sí mismo si no pusiera condiciones absurdas [a entrar en el Govern], como que se vaya el president. 

–La palabra de moda es diálogo. ¿Teme de que sea sinónimo de que Mas haya pedido a Rajoy rebajar el déficit a cambio de limar la ambición nacional? 

–¿Esto le da algún rédito al president de la Generalitat y a CiU? Sería un suicidio.

–Las fundaciones, como la CatDem, son consideradas como una vía de financiación indirecta de los partidos. ¿Se va con la conciencia tranquila sobre si la CatDem no ha hecho esta función?

–En todo caso, esto ni lo he visto ni lo he vivido. Y estoy tranquilo. Habría estado más tranquilo si cuando entré me hubieran hecho caso y hubieran cerrado la Fundació Trias Fargas y hubiesen abierto otra fundación.

–Lo dice porque ha tenido que asumir una carga [la relación de la Trias Fargas con el Palau de la Música] que no era suya…

–¡Y tanto! (rie) De esto estoy más que convencido. Pero la vida tiene estas cosas.

–En el 2009 dijo usted que si se sigue presionando a la CatDem «lo explicaremos todo» ¿Qué quería decir?

–Algo que ahora se ve y que la gente critica: que aquí hay una serie de formas de funcionar que no son las más adecuadas.

–¿Qué quiere decir?

–Connivencias entre periódicos, empresas, partidos, instituciones, fundaciones… Esto no ayuda nada a la transparencia, cuando la gente pide transparencia por encima de cualquier cosa. Y los partidos, caray, han de ser limpios como una patena. Tendrían que aprobar una ley de financiación en dos días. 

–Hace años que se señala esta necesidad.

–Y que se señala dónde está el problema, en el anonimato de las donaciones… Y sobre todo lo que es más inquietante: que cuando alguien se pasa de gastos o no presenta las cuentas al día, no pasa nada. El Tribunal de Cuentas o la Sindicatura de Comptes los riñe y punto. Y se genera una sospecha generalizada, que no es buena.

–Los famosos 630.000 euros de los convenios con el Palau para actividades del «ambito musical» de la Trias Farga, ¿no eran financiación irregular de Convergència?

–No, eran para financiar actividades de la fundación. Que fuesen musicales o no, es otro tema. Pero que eran para financiar la fundación sí que lo sé. Ahora, también se que cuando se destapó el fraude de Millet, de una apropiación indebida por su parte, que usó estos 600.000 euros para tener 600.000 más para él… creo que cuando se supo esto, el President de la Generalitat dijo ‘devolvamos este dinero’. Y se debería haber hecho en el minuto uno.

–La critica de la financiación es: mucho gasto, en especial en campaña. Y también el papel de fundaciones y empresas. Por ejemplo, el triángulo Ferrovial-Palau de la Música-Convergència.

–Que irá a juicio y se descubrirá o se probará lo que se tenga que demostrar. El problema es cómo financiar a los partidos. Ha de ser privado y que cada cual espabile como pueda. Ha de ser transparente. ¿Es un pecado que Ferrovial dé dinero a partidos? No, siempre que no haya trato de favor.

–Lo extraño es que lo haga presuntamente a través del Palau.

–Esta es la construcción que no puede ser, ni con este ni con ningún otro partido. Si no vamos a construir un país mejor desde su organizaciónpolítica y social y en el tema de la corrupción ¿Qué país estamos ofreciendo? La consulta ha de ir acompañada de regeneración en todos los sentidos o no funcionará.

–¿Cómo ve a Convergencia?

-Necesita aclararse (ríe). Tarde o temprano, según lo que pase con Oriol Pujol, tendrán que hacer un congreso para determinar qué hacer.

–Usted no ha tenido buena relación con Oriol Pujol.

–No entendimos la cosa de la misma manera, y esto crea ciertas distancias, pero nos hemos respetado personalmente. Él tenía todo el derecho a opinar sobre la actividad de CatDem.