Dimisión condicionada y 'en diferido' de Aguirre

Aguirre, ayer en el comité regional del PP.

Aguirre, ayer en el comité regional del PP.

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Esperanza Aguirre ha demostrado a lo largo de su trayectoria que es experta en retar a Mariano Rajoy y ayer dio una nueva muestra de su 'talento' en estas lides. La dirigente conservadora ofreció a su jefe de filas dar un paso atrás y soltar las riendas del PP madrileño -esa organización que Rajoy ansía controlar por su importancia para preparar las generales- siempre y cuando se pliegue a sus condiciones: que se convoque un congreso extraordinario y urgente, organizado como unas primarias y se «refunde» el partido a nivel regional. Toda una enmienda a los estatutos internos vigentes.

Aguirre ofreció, por tanto, una dimisión condicionada y en diferido. Un claro ejemplo de «postureo», según fuentes de la dirección popular, que recordaban ayer que cuando la presidenta regional convocó a su ejecutiva para hacer esta propuesta ya sabía, de sobra, que la cúpula del PP no va a autorizar ningún cónclave extraordinario. Tampoco el suyo. Según las fuentes consultadas, ese es el motivo por el que supeditó el no volver a presentarse a la celebración de un congreso urgente que no llegará. «Ya puedo anunciaros que a ese congreso extraordinario no presentaré candidatura», dijo literalmente Aguirre ayer, ante sus compañeros. La 'lideresa' sí continuará como portavoz de la oposición en el ayuntamiento de Madrid.

Operación de imagen

Así, en el equipo de Rajoy se ve el paso dado ayer por Aguirre como una simple operación de imagen. En primer lugar porque ni siquiera ella puede reclamar a título personal a la dirección para que autorice un congreso extraordinario, sino que debe hacerlo una junta directiva del PP de Madrid con mayoría cualificada. Niegan también que se haya pensado ahora en una gestora o algo similar. Además, Aguirre estuvo presente en la reunión que se celebró tras el 24-M a puerta cerrada en la sede de Génova, que fue presidida por Dolores de Cospedal, en la que se advirtió que aquellos barones conservadores que no se sintieran capaces de seguir adelante que podían dimitir de inmediato y, a continuación, se les buscaría sustituto a través de una junta directiva, según informó la pasada semana este diario.

Pese a todo esto, ella salió ayer a la palestra a reclamar ese congreso extraordinario y un «rearme ideológico» del Partido Popular. No habrá cónclave porque la dirección quiere evitar a toda costa que las organizaciones territoriales se desangren en luchas cainitas por el poder justo antes de las elecciones generales, unas elecciones cruciales para el futuro del partido. Y del propio Rajoy.

Fuentes del equipo de Cospedal advertían anoche que su postura es inamovible, por lo que la batalla con Aguirre se prevé dura. ¿Qué salida tiene este nuevo encontronazo?. Que Aguirre dimita sin condiciones (y se le busque sustituto o sustituta al frente del PP madrileño); que Rajoy cambie de criterio y ceda al congreso extraordinario o monte una gestora o que, tal y como ha pedido ya la cúpula conservadora, Aguirre se quede de presidenta regional hasta pasadas las generales. Entonces, se celebraría primero un congreso nacional y después de los autonómicos con carácter ordinario. ¿Y a ese cónclave se presentaría Aguirre? Ayer no lo aclaró.

El primer intento de Rajoy

El jefe del Ejecutivo ya intentó que renunciara cuando le ofreció encabezar la candidatura al ayuntamiento de Madrid, pero finalmente acordaron que soltaría las riendas del PP regional solo si conseguía ser alcaldesa.

Aguirre se quedó a un concejal de lograrlo y ayer reconoció que, en parte, es culpa suya por el «tono» que empleó durante la campaña contra Manuela Carmena (Ahora Podemos), a quien prácticamente convirtió en un ídolo de la izquierda. Perder la alcaldía es lo que, precisamente, dilapida su futuro político a largo plazo. En el PP creen que su relevo natural es Cristina Cifuentes, previsiblemente la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid, pero quedan semanas para saber cuál será el desenlace