El agosto de Rubalcaba

Alfredo Pérez Rubalcaba tiene fama de exprimir sus jornadas laborales y deno perder demasiado tiempo en los descansos estivales. Su intención, según parece, es seguir alimentando esa imagen depolítico incansable en las próximas semanas, aunque media España esté cerrada por vacaciones. La decisión deJosé Luis Rodríguez Zapatero de anunciar con un par de meses de antelación la fecha en que dará luz verde a ladisolución de las Cortes ¿será el26 de septiembre¿, ha llevado alcandidato del PSOE y a su equipo a dar porhabilitado el mes de agosto para iniciar el camino electoral que han de recorrer hasta llegar al20-N: ya está prevista una reunión con expertos en empleo, otra con representantes del sector turístico, una visita a plantas de energía eólica y otra a una institución en el exterior.

Hay acelerón. Se trata de ganar tiempo, coger carrerilla frente aMariano Rajoy, suadversario(que se ha tomado ya unos días de descanso), y, a pesar de que ayer mismo mostraba su orgullo por haber formado parte de losdos gabinetes de Zapatero ¿"no voy a renunciar, ni me voy a esconder, ni voy a decir que yo no he estado allí"¿,Rubalcababuscaráindependizarsede un presidente que ha dejado el foco colocado sobre los candidatos y sus propuestas.

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