El Congreso cierra la legislatura más corta

Pedro Sánchez se despide de Pablo Iglesias en el último pleno de la legislatura.

Pedro Sánchez se despide de Pablo Iglesias en el último pleno de la legislatura. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Nació de un empate catastrófico el 20-D y sobrevivió apenas cuatro meses. A las doce en punto del mediodía de este jueves, la XI legislatura volvió a convertirse en campaña electoral sin necesidad de hada madrina. El Congreso aprobó finiquitar un interregno en el que los partidos fracasaron en su intento de formar Gobierno. El último pleno, el que aprobaba la disolución de las Cortes, arrancó con el sueño de las nueve de la mañana, los billetes del AVE en la mochila y una atmósfera de melancolía sobrevenida, como si fuera el último día de clase en un colegio al que más de uno intuye que no volverán. Quién sabe si fue por la duda, o por la broma, que algunos, como la ministra Fátima Bañez, se hicieron 'selfies' desde el escaño.

En ese ambiente de despedida, Pedro Sánchez pareció decidido a olvidar el episodio de la cal viva y se acercó a Pablo Iglesias a estrecharle la mano. Esa que ambos siempre dicen tener tendida delante de las cámaras y que en las negociaciones, al parecer, guardaron en los bolsillos. Mariano Rajoy, fiel a su estilo, cumplió con el ceremonial que se esperaba de él. Llegó tarde, sólo para asistir a la votación, aplaudió las cifras del paro, y en pocos minutos, salió del hemiciclo acorazado por sus ministros. Le preguntaron por Rita Barberá. Pero no respondió. Mientras se marchaba, los podemistas se arremolinaron en torno a Pablo Iglesias para gritar aquel "Sí se puede" que casi sonó a sortilegio para conjurar la implosión del 'núcleo irradiador' que Podemos ha vivido -y sufrido- desde el escaño, con la cara de exasperación de Íñigo Errejón cuando el líder habló de Felipe González o cuando ofreció su despacho a los diputados Miguel Vila y Andrea Levy para lo que considerasen oportuno. 

CONTRA EL 'SHOW'

Albert Rivera salió a afeando a Podemos el "show" .Volvió a recordar que sí, que el 26-J volverá a arrojar un resultado endiablado y que serán necesarios menos fuegos artificiales y algo más de responsabilidad. "El pacto y la cesión son la única salida. Que nadie piense que hay una varita mágica, o que se lanzan los dados o que le toca la pedrea", advirtió. 

Sobre las alfombras de la real fábrica de tapices, los diputados salieron en tromba a decir que no se van de vacaciones, sino de elecciones. Que ya se están arremangando para pactar que esta campaña cueste menos. Pero incluso en esto, regateos. Podemos y C's quieren más debates y menos carteles. El PP, que huye de la contienda en televisión como del diablo, prefiere mítines más austeros. Iglesias animó al resto a que tengan el coraje de gastar sólo 3 millones y que fien a los microcréditos y no a los bancos la "campaña del desempate".