Catalunya rinde homenaje a los emigrantes

El acto institucional de la Diada del 2016, el que anualmente, desde los tiempos de Pasqual Maragall, organiza la Generalitat, es decir, el Parlament y el Govern, ha rendido homenaje en esta ocasión a todos aquellos migrantes que o bien han llegado a Catalunya o bien ha partido de ella por múltiples razones, y ninguna agradable. El acto, presidido por las dos máximas autoridades catalanas, el 'president' Carles Puigdemont, y la presidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell, se vio deslucido por la lluvia que ha obligado, primero, a atrasar 45 minutos el inicio del acto y, después, a suspenderlo otros 10.

Frente al Mercat del Born, en la ‘zona cero’ de la caída de Barcelona tras meses de asedio de las tropas borbónicas, en 1714, se ha recordado la llegada del pueblo gitano (con su himno, el 'djelem, djelem') al Principado, hace 600 años; la huída a Francia de los republicanos catalanes, en 1939; la diáspora judía, cruzando los Pirineos y huyendo de los nazis y los jóvenes que, por culpa de la crisis, han tenido que buscarse la vida fuera de las fronteras propias han sido algunos de los protagonistas del acto.

DIADA DISEÑADA AL MILÍMETRO

Es decir, como en el mensaje institucional del propio Puigdemont, nula referencia al esencialismo identitario y una voluntad aproximarse a la plural sociedad actual catalana. Y es que esta Diada se ha programado con toda la intención de atraer al electorado soberanista, pero aun no independentista. Léase a los 'colauistas'

Con la dirección Josep Maria Mestres, el espectáculo ha contado con interpretaciones musicales y lectura de textos de la Orquesta Camerata432 de l’Esmuc, la Coral Antiga y el Cor Sant Esteve de Castellar del Vallès, los actores Pep Planas, Pep Munné, Carme Elías, Mireia Illamola y Artur Raurich y los grupos musicales Obeses, RumbAmazigha, The Sey Sisters y la compañía de danza Pol Jiménez