EL PULSO POR EL ESTADO PROPIO

El soberanismo se reinicia

En primera fila, de izquierda a derecha, David Fernàndez (CUP), Oriol Junqueras (ERC), Josep Rull (CDC), Carme Forcadell (ANC), Josep Maria Vila d'Abadal (AMI), Muriel Casals (Òmnium Cultural), el alcalde Xavier Trias y Alfred Bosch (ERC).

En primera fila, de izquierda a derecha, David Fernàndez (CUP), Oriol Junqueras (ERC), Josep Rull (CDC), Carme Forcadell (ANC), Josep Maria Vila d'Abadal (AMI), Muriel Casals (Òmnium Cultural), el alcalde Xavier Trias y Alfred Bosch (ERC).

XABIER BARRENA / BARCELONA

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Costó casi llenar el Palau Sant Jordi. Los motivos son ampliamente interpretables. Se puede aludir al 'efecto Camp Nou', aquel que hace que los días de Champions, cuando el partido se solapa con el horario laboral y comercial, el estadio se llena solo tras iniciarse el partido. Sí. Lo que no es interpretable son los hechos, y estos son que a la hora prevista de inicio del acto, el Sant Jordi registraba media entrada larga. 45 minutos después, cuando se oyó la voz del recordado Ovidi Montllor, a modo de homenaje, se rozaba el lleno. Más hechos: las entidades, AMIANC y Òmnium, explicaron el miércoles que tras llenar (con las reservas) el Sant Jordi querían llenar la Anella Olímpica. Ello no sucedió. La entrada, por tanto, se limitó a las 16.000 personas que se dieron cita en un pabellón del que los partidos políticos huyen despavoridos ante su imposibilidad de llenarlo. El soberanismo se despereza, lentamente. Se reinicia tras el letargo en el que cayó después del 9-N  y a un mes de las elecciones municipales.

El municipal fue, precisamente, el eje principal del acto. Los oradores clamaron una y otra vez por entender el ciclo electoral que ahora empieza como un todo con distintas partes. Y que, por tanto, y contra lo que sostiene CiU, los comicios de mayo deben servir como palanca de elevación del tono soberanista. O como dijo el presidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), Josep Maria Vila d'Abadal, los catalanes "no pueden dejar de votar en clave plebiscitaria hasta que Catalunya  sea independiente".

Pareció incluso que la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, respondía el esquema convergente, de dar prioridad, por igual, al hecho local que al nacional el 24-M. "En mayo se eligen proyectos de ciudades y pueblos. Y lo primero es resolver el problema de los vecinos, pero para ello  es necesario que los municipios dispongan de los recursos necesarios. La república catalana es la mejor manera de resolver las cuestiones sociales", razonó.

APOYO LOCAL A LA SECESIÓN

También su homóloga de la Assemblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, incidió en el asunto. Y aquí sí, casi calcando el argumento que dio Artur Mas el sábado. "El reto [la independencia] es tan gigantesco que solo se puede llevar a cabo si las instituciones y la sociedad civil van de la mano. Se necesitan los ayuntamentos y las diputaciones para poner en marcha el nuevo estado", aseveró Forcadell.

Definir el 24-M como una suerte de aperitivo era imprescindible para poder abordar lo que realmente debe movilizar a los secesionistas: el 27-S. No se oyó en toda la noche una sola voz que dudara de que los comicios se celebrarán en la fecha fijada.  Como si Mas no hubiera cernido negros nubarrones sobre las elecciones al Parlament. Por cierto, nótese que la reacción inmediata de la cúpula de ERC, tras conocerse las palabras del 'president', fue anunciar su asistencia al acto de ayer. Oriol Junqueras Marta Rovira encabezaron una numerosa legación republicana que se desdobló, ya que personas de la ejecutiva del partido participaron como voluntarios.

El enfoque de lo que deben de ser las municipales no fue el único que marcó distancias con el discurso de CDC/CiU. Al menos con el que partido y federación ofrecían hace unos meses sobre las elecciones plebiscitarias.

Multiplicidad de voces quisieron dar a sus apariciones una pátina social y de regeneración democrática, alejada de lo que pretendía Mas, al menos en su famosa conferencia del 25 de noviembre en el auditorio Fòrum. Es decir, y en contraposición, muy en la línea, precisamente, de lo que ha defendido ERC y, también, la CUP, fuerza esta que aún no ha firmado la hoja de ruta de republicanos, CDC y entidades.

Por ejemplo, Antonio Baños, de Súmate, uno de los oradores, apeló al orgullo de barrio, él que es vecino de la Meridiana. Recordó el escritor luchas vecinales y sindicales.  No fue el único. El eje social, que conlleva en una segunda derivada la crítica a los recortes, planeó toda la velada por el pabellón, incluso mediante imágenes en los vídeo-marcadores.

CONTRA EL SUFLÉ

El acto tenía como objetivo la reactivación de la tropa soberanista. Las apelaciones irónicas al suflé, como tildaron algunos medios de Madrid, al auge independentista fueron continuas. Aunque, eso sí, al principio, con el pabellón a medio llenar,  a más de uno no le tocaba la camisa al cuerpo.

Después vinieron el gentío y los ingredientes típicos de los actos 'made in ANC'. Es decir, la gente saltando al son de la Eléctrica Dharma. La música que despereza a los soberanistas.