BARÓMETRO DE INVIERNO

El nuevo recorte hunde más al PSOE y sitúa al PP en la mayoría absoluta

MANUEL VILASERÓ
MADRID

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Hasta ahora, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, sostenía que hasta que la distancia entre socialistas y populares no superara los ocho puntos en las encuestas la situación no sería irreversible. Pues bien, el momento ha llegado. La huelga general y los últimos recortes sociales -como la supresión de la prestación de 426 euros destinada a los parados de larga duración-, motivados por el nuevo zarpazo de los mercados, han hecho aún más profunda la fosa en la que se hunden las expectativas electorales del PSOE desde febrero del año pasado.

La distancia entre las dos fuerzas es ya de 13 puntos, cinco más que en mayo, según el Barómetro de invierno elaborado para EL PERIÓDICO por el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP). Esa enorme separación no solo convierte en prácticamente irreversible la victoria del PP en las legislativas previstas para inicios del 2012, sino que, además, de celebrarse ahora los comicios, los conservadores tendrían garantizada la mayoría absoluta, con entre 178 y 182 escaños.

CAMBIO DE COMPORTAMIENTO / El nuevo Barómetro también revela una inflexión en el comportamiento de los votantes respecto al PP. Hasta ahora, el ascenso de los conservadores reflejado en los sondeos se alimentaba de la caída a plomo de los socialistas, pues los populares apenas experimentaban crecimiento propio. Ahora se encaraman hasta el 44,5% de los votos, cinco puntos más respecto a las generales del 2008.

El desencantado votante socialista ya no mira solo a la izquierda y a la abstención, también mira al PP. Otra preocupación para los dirigentes del PSOE que, hasta hace poco, ante las encuestas desfavorables, argumentaban que los abstencionistas siempre son susceptibles de ser recuperados con una campaña movilizadora o apelando al miedo a la derecha.

La hemorragia de votos socialista no parece tener fin. Ni siquiera la percepción favorable que tienen los ciudadanos de cómo resolvió el Gobierno la crisis de los controladores tiene efecto en la encuesta, realizada entre el 15 y el 17 de diciembre, la semana posterior a la huelga salvaje y la declaración del estado de alarma. El PSOE toca fondo con una estimación de voto del 31% (entre 120 y 124 diputados), una de las más bajas de la democracia. Pero la debacle puede agravarse aún más si José Luis Rodríguez Zapatero mantiene su compromiso de alargar a finales de enero la edad legal de jubilación y los sindicatos convocan un nuevo paro, lo que puede llevar al Ejecutivo a plantearse incluso un adelanto electoral.

Los recortes sociales siguen empujando también al electorado de izquierdas del PSOE hacia IU e ICV. Ambas fuerzas (el Barómetro las agrupa en una marca) duplican el número de votos obtenidos en las legislativas del 2008, lo que les permite romper el maleficio de no superar el mínimo para obtener diputados en varias provincias. Según el sondeo, con el 7,4%, pasarían de los dos escaños actuales a entre 13 y 15. Una cifra muy similar a la que conseguiría CiU (15 o 16), tras una lenta y constante progresión protagonizada por esta fuerza política que en los anteriores comicios cosechó solo 10.

VOTO EN BLANCO / UPD, el partido encabezado por Rosa Díez, sufre un ligero retroceso respecto a los resultados de anteriores barómetros, pero mantiene el 4,2% de los votos, lo que le permitiría obtener entre cuatro y cinco diputados, frente al raquítico único escaño logrado por su líder en las últimas elecciones generales. Y el voto en blanco sigue al alza. Los ciudadanos que expresan así su descontento con el panorama político ya son el 8%, situándose por encima incluso de la tercera fuerza política.