nuevo ciclo político

Iniciativa y Esquerra se quedan fuera de la Mesa del Parlament

TONI SUST / ALBERT OLLÉS
BARCELONA

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Iniciativa y Esquerra empiezan a vivir los rigores de la oposición. Los dos partidos se quedarán fuera de la Mesa del Parlament, salvo sorpresa de última hora que no parece probable. Por sus resultados, no tenían nada fácil seguir en el órgano de gobierno parlamentario, pero en los últimos días se abrió la posibilidad de que CiU les cediera una secretaría, que se partirían durante la legislatura, con la condición de no romper nunca la mayoría de los nacionalistas, que, al renunciar a una plaza, la perdían.

Al final no hubo acuerdo y la portavoz de ICV, Dolors Camats, denunció que la federación les exigía garantizar la investidura de Artur Mas absteniéndose en la segunda votación, prevista para el 23 de diciembre, el jueves próximo. Los ecosocialistas se negaron, como se negaron los republicanos, según explicó su portavoz, Anna Simó.

Núria de Gispert pudo dormir tranquila: CiU se garantizó que el PSC y el PPC le prestarán hoy seis votos cada uno para blindar la elección de la futura presidenta del Parlament. Los nacionalistas solo necesitan seis para la mayoría absoluta. Los populares se aseguraron una secretaría en la Mesa, que ocupará Jordi Cornet. Fuentes del partido negaron que se hayan comprometido a garantizar la investidura de Mas.

SEIS VOTOS / La Mesa que regirá la Cámara catalana hasta el 2014 está clara: De Gispert como presidenta; Lluís Corominas (CiU) e Higini Clotas (PSC), vicepresidentes, y los nacionalistas Josep Rull y Dolors Batalla, el ya citado Cornet y la socialista Montserrat Tura como secretarios.

El desenlace provocó un pequeño choque de legitimidades. Esquerra e ICV ven un ataque a la pluralidad que pese a haber siete partidos en el Parlament solo tres figuren en la Mesa. Su inclusión habría dejado fuera al PPC, algo que los populares juzgan inconcebible al ser la tercera fuerza de la Cámara catalana.

Al margen de ello, lo sucedido sirvió para que ICV y ERC acusasen a CiU de iniciar su andadura al frente de la Generalitat de la mano del PPC, de quien fuentes parlamentarias sostenían ayer que se había comprometido a abstenerse para permitir la investidura de Mas como president. Una acusación que puede verse matizada si al final, además de los conservadores, también el PSC opta por abstenerse en la segunda votación. Joaquim Nadal insistió en que los socialistas solo dan por hecho su no en la primera votación.

La jornada de ayer desveló una pista sobre el futuro Govern de Mas: Josep Maria Pelegrí no será conseller. El número dos de Unió repetirá como portavoz adjunto de CiU en el Parlament, lo que le excluye de las quinielas. Oriol Pujol presidirá el grupo, lo que puede ser compatible con el desempeño de funciones de mando en CDC, sobre todo si a Felip Puig, actualmente secretario general adjunto de Convergència, se le encomienda alguna tarea que lo aparte de la gestión del partido.

En las filas socialistas, y a la espera de que el partido aborde el próximo otoño su renovación, el grupo que presidirá Nadal destaca por su numerosa y heterogénea dirección, integrada por 12 de sus 28 diputados. Además, Celestino Corbacho, Ernest Maragall, Marina Geli y Caterina Mieras podrán asistir a las reuniones de la cúpula parlamentaria cuando lo deseen.

ESCAÑOS CENTRALES / El clima de denuncia de una alianza CiU-PPC se extendió a la ubicación de los grupos. Fuentes de la izquierda sostenían anoche que la federación nacionalista ya ha acordado con los populares que estos se sienten en los escaños que hasta ahora ocupaba Esquerra, en la parte central del hemiciclo. Según esas fuentes, todo se debe a la voluntad de Alicia Sánchez-Camacho de salir más por la tele.