DEBATE EXTRAORDINARIO SOBRE EMPLEO EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Zapatero quiere acercarse a los sindicatos sin agitar los mercados

Zapatero y Duran Lleida se saludan ayer en el Congreso.

Zapatero y Duran Lleida se saludan ayer en el Congreso.

GEMMA ROBLES / MERCEDES JANSA
MADRID

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Ha llegado el día. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acude por fin al Congreso a analizar los datos del paro y a explicar las políticas que está dispuesto a poner en marcha, de ahora a final de legislatura, para intentar colocar una venda a la herida por la que más sangra la economía española: la del desempleo. Los partidos de la oposición pidieron el pasado septiembre la comparecencia del jefe del Ejecutivo para abordar un asunto que afecta ya a cuatro millones de españoles.

La solicitud de los grupos no busca, como es evidente, loar a Zapatero. Más bien lo contrario. Claro que el máximo responsable de los socialistas tiene garantizado desde hace unos meses que las críticas de PNV y CC serán algo más hipocalóricas que antaño, dado que llegaron a un acuerdo de estabilidad tras la negociación presupuestaria. Pero además de sus señorías, inevitablemente estarán muy atentos a las palabras que pronuncie Zapatero los sindicatos y, como no, los mercados.

IRLANDA Y PENSIONES / No en vano los mercados y sus vaivenes son tan protagonistas en estos momentos como la crisis de Irlanda, esa que tiene tan ocupada a la Unión Europea, el FMI y el BCE preparando posibles rescates. Casi todos los grupos parlamentarios coincidían ayer en augurar que, inevitablemente, el asunto sobrevolará también en la sesión plenaria de hoy y será abordado, en mayor o menor medida, por buena parte de los portavoces de la Cámara. Asimismo, los diputados de los distintos partidos apuntaban que la situación de las cuentas españolas y los avisos a la vicepresidenta Elena Salgado desde la UE -más o menos oficiales-, para que no baje la guardia y acelere las reformas que ya están en marcha (cajas de ahorro y pensiones) serán también objeto de debate.

En lo que concierne a las pensiones, el ministro del ramo, Valeriano Gómez, anunció el martes (tras reunirse con los integrantes del pacto de Toledo) que pretende tener lista una reforma que incluya subir la edad de jubilación a los 67 años el próximo mes de abril.

POLÍTICAS ACTIVAS / Pero por muchos temas que salgan de forma colateral en la esperada sesión parlamentaria de hoy, el tema estrella es el empleo. Y, fundamentalmente, la reforma de las políticas activas en este área, un propósito que los socialistas se han hecho para intentar incentivar el mercado laboral y, de paso, contentar a su militancia y reconciliarse con los sindicatos.

Las organizaciones sindicales

-que por el momento se resisten a resucitar el diálogo social- tienen mucho interés en escuchar las propuestas (que no «parches», avisan), que hoy pueda presentar Zapatero. Por el momento, los socialistas sopesan aprobar una nueva regulación para las políticas activas antes de febrero que, entre otras cosas, conlleve modernizar los servicios públicos de colocación para dotarlos de más medios materiales y humanos a fin de mantener una relación más directa entre Administración y parado, con ayuda de las ETT. Se trata, según el PSOE, de que los servicios públicos no sean únicamente tramitadores, sino orientadores profesionales que hagan itinerarios personalizados para cada desempleado.

La mejora de la formación será clave en el proyecto, así como la explotación de los nuevos yacimientos de empleo tales como industrias verdes, nuevas tecnologías y empresas que se dediquen a garantizar la asistencia a los dependientes. Además, el Gobierno sopesa hace tiempo vincular el salario de los funcionarios a la productividad.