El camino de las urnas

El PP propone que los inmigrantes vuelvan a su país si se quedan en paro

Camacho quiere que los extranjeros firmen un contrato que los obligue a integrarse

Alicia Sánchez-Camacho saluda a una vecina del barrio del Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, ayer.

Alicia Sánchez-Camacho saluda a una vecina del barrio del Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, ayer.

XABIER BARRENA / Barcelona

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Aterrizó ayer Alicia Sánchez-Camacho en el barrio del Fondo de Santa Coloma y allí, ante decenas de personas de todas las razas y procedencias, presentó su contrato de integración, un documento que pretende que firmen todos los extracomunitarios recién llegados a Catalunya y que, entre otras cláusulas, obliga al inmigrante a respetar la convivencia, a integrarse en la cultura y las costumbres autóctonas e, incluso, a retornar «voluntariamente» a su país de origen si se queda un determinado tiempo sin trabajo. La intención de los populares catalanes, según explicó su presidenta, es que ese contrato sea de obligado cumplimiento para todos aquellos que quieran tener un permiso de trabajo y/o de residencia. «Es una medida similar a la que se aplica en otros países europeos, como Bélgica, Holanda y el Reino Unido», precisó la dirigente conservadora.

Se detuvo Sánchez-Camacho a saludar a un ciudadano de rasgos asiáticos y, de sopetón, la rodearon una decena de personas, la mayoría de ellas llegadas a Santa Coloma hace 50 y 60 años, y le recitaron el rosario de problemas de convivencia que tiene el barrio. «Esto no tiene solución». «Hemos pedido ayuda económica, pero los inmigrantes se lo llevan todo y yo, que soy española, no tengo nada». «Se lavan los dedos de los pies en los bancos». «Ellos vienen a hacerse análisis y radiografías y están echando la seguridad social abajo». «Yo soy cubana y puedo decir que no todos los que llegan son malos». «Es que aquí no hay trabajo, no es como cuando yo llegué en el 52, que Catalunya estaba muerta»...

Sánchez-Camacho censuraba los comentarios que vinculaban directamente la inmigración con la delincuencia, pero se sumaba al carro con entusiasmo cuando alguien se quejaba de las subvenciones que reciben los extranjeros. «Sí señora, y si nosotros lo denunciamos, nos critican. ¡Que vengan a los barrios!».

Antes, ante los medios, había afirmado que «la política inmigratoria no puede ser la misma en época de bonanza económica que cuando la crisis golpea, como ahora».

El ciudadano asiático que había recibido el saludo de la candidata hizo mutis discretamente.