Las consecuencias

Salgado advierte de que ejecutará más recortes si el déficit se desvía

Zapatero habla con un diputado del PSOE por Canarias y otro de Coalición Canaria, ayer en el Congreso.

Zapatero habla con un diputado del PSOE por Canarias y otro de Coalición Canaria, ayer en el Congreso.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ratificó ayer la reducción del déficit público como el objetivo más «urgente» y «prioritario» de los presupuestos del Estado para el 2011 y admitió que si a lo largo del año próximo se detecta la necesidad de alguna «actuación adicional» para cumplir el ajuste previsto, «el Gobierno lo adoptaría sin vacilar, tal como lo ha hecho en el 2010».

No es exactamente el anuncio de unplan Bcon nuevos recortes, por si no se cumple la previsión oficial de crecimiento para el 2011, del 1,3%, que es muy optimista respecto a la proyección media del 0,6% de expertos y organismos internacionales. Sin embargo, la afirmación de la vicepresidenta se parece mucho a lo que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exigió del Gobierno hace unos días, cuando le requirió un «plan alternativo» tras cuestionar las previsiones. «Estamos convencidos de que nuestro escenario es realista», dijo ayer Salgado, pero si hace falta una «actuación adicional», la habrá. Fue su mensaje de firmeza a los mercados financieros.

La ministra también aprovechó su discurso presupuestario para dirigir un segundo mensaje al muy influyente gobernador. «Estoy segura de que la responsabilidad de los dirigentes autonómicos y locales hará que las administraciones territoriales también cumplan su parte en el ajuste», dijo, en contra de los augurios de Fernández Ordóñez. Además señaló que el Gobierno ya ejerce «un control estricto sobre las emisiones de deuda» de las administraciones.

En la defensa de las cuentas para el 2011, la vicepresidenta destacó su carácter austero y la importancia del gasto social, que absorbe el 58% del gasto total.

DESVÍO CORREGIDO / Salgado aseguró que, pese a la congelación de las pensiones contributivas, «el año que viene todos los pensionistas españoles van a cobrar 2.000 millones más que este año», una vez que se corrija la desviación de la inflación en el 2010 (año en el que las pensiones solo han subido el 1% mientras que el IPC de noviembre se situará en el entorno del 2%) y se consolide en la cuantía correspondiente al 2011. «Los pensionistas no van a perder poder adquisitivo respecto al que tenían antes de la crisis», resumió Salgado.

En su opinión, la reforma laboral del Gobierno ya está dando resultados a través de la conversión de contratos temporales en fijos, de fomento del empleo. «La tasa de conversión ha pasado del 16% en junio al 26% en septiembre», dijo.

Salgado acogió la petición de CiU de volver a publicar las balanzas fiscales de las comunidades autónomas, pero advirtiendo de que, «tal como demostraron en el año 2005, no son explicativas de absolutamente ninguna realidad».