Cara a cara a cara de perro

Marshall McLuhan sostenía que la guerra de Vietnam se perdió en las salas de estar de Estados Unidos. Lo dicho, en Estados Unidos. Las elecciones catalanas, visto elcrescendode zancadillas entre CiU y PSC, no se decidirán, como tampoco ha sucedido en las nueve anteriores citas con las urnas, gracias a un cara a cara entre los dos principales candidatos a presidir la Generalitat, José Montilla y Artur Mas. Formalmente, nadie ha dicho aún no. Como si fuera un partido de tenis, sus respectivos jefes de campaña, Jaume Coll-

boni y David Madí, respectivamente, se limitan de momento a pasar la bola al otro lado de la red a la espera de que el rival cometa un error y la saque fuera de la pista. ¿Cómo? Ayer Josep Antoni Duran Lleida exhibió un buen revés. Se mostró maliciosamente comprensivo con el propósito del PSC de que al menos uno de los dos debates cara a cara no sea en catalán porque, según dijo, «quizá se exprese mejor así Montilla en castellano».

La cuestión, para quienes no sigan al detalle las negociaciones sobre los cara a cara electorales, se resume así. Primero, en 30 años no ha habido ninguno. Segundo, las encuestas pronostican una abstención récord (más del 50%) y, por ello, los socialistas proponen no uno sino dos duelos televisivos, uno en catalán y otro en castellano y para toda España. Tercero, CiU, por boca de Felip Puig, califica la propuesta socialista de «insulto a la inteligencia», enoja así al PSC, se disculpa y, acto seguido, encomienda al más diplomático Duran Lleida que la herida no cicatrice. Eso fue ayer. El líder de Unió subrayó que la lengua materna delpresidentno es el catalán.

ANTENA 3 TV / ¿Por qué el PSC quiere dos debates? Lo dicho, estas pueden ser las elecciones de la abstención. Los socialistas se han propuesto despertar a su electorado, sobre todo allí donde cree que dormita, ante cadenas de televisión que emiten en castellano. Ofertas tiene dos, una de Antena 3 y otra del Grupo Prisa, pero si las audiencias deciden, se decanta por la primera.

«Ahora les ha cogido la obsesión de que se tiene que hacer alguna cosa en castellano, y se supone que es para que el debate sea para toda España. Yo no sé qué interés tendrá para el conjunto de España seguir el debate de unas elecciones catalanas», se preguntó ayer Mas. En su opinión, el «sentido común» sugiere que el debate debería hacerse exclusivamente en la lengua en la que elpresidentMontilla se ha expresado durante los últimos cuatro años en el Parlament.Touchédel líder de la oposición. En catalán.

Mas, Duran... y también con el artillero Madí atacó ayer CiU. El jefe de la estrategia de comunicación de los convergentes se escandalizó ante la hipótesis de que el primer cara a cara televisivo de la historia de las elecciones autonómicas sea en castellano. «Que esto venga por parte del presidente de la Generalitat es una falta de sensibilidad», dijo.

CULLELL Y ROCA / Collboni, jefe de campaña del PSC, niega tajantemente que su partido haya puesto como condición que el primer duelo Montilla-Mas tenga que ser en la lengua de Cervantes. Deduce simplemente que Mas ha calculado que en un debate de esas características tiene poco que ganar y en cambio mucho que perder. ¿Miedo al rival? No. Los antecedentes avisan a CiU de los peligros de vencer dialécticamente en un cara a cara. Lo lograron, y sobradamente, Josep Maria Cullell y Miquel Roca en las elecciones municipales de 1991 y 1995, respectivamente, contra Pasqual Maragall. El análisis posterior de aquellas experiencias permitió intuir que, paradójicamente, el perdedor del debate despierta un cóctel de simpatía y compasión que termina por empujarlo a favor el día de las elecciones.

En resumen, si la pregunta es si habrá o no debate, apuesten por el no. No solo Madí dijo que «probablemente» solo haya un debate y sea un cinco contra Mas, y no solo Collboni cree que las opciones son remotas, sino que el propio Mas lo resumió con una frase anoche: «Este debate me da una pereza inmensa».

¿No lo habrá porque el PSC, como hace cuatro años, se empeña en que al menos uno sea en castellano? Es una conclusión atrevida. CiU no le hace ascos a hacer campaña en esa lengua cuando le conviene. El ejemplo más reciente -recuerdan fuentes del PSC- es que la noche del Onze de Setembre Mas se montó enLa Noriade Tele 5. Ahí, por cierto, irá también en breve Montilla. ¿Por qué? Porque su partido cree que le conviene, como ahora le interesa llevar la campaña electoral a los hogares que sintonizan poco o nada las cadenas que emiten exclusivamente en catalán.

Resumen, este sí, final. Una refriega breve (ni siquiera media semana) dará al traste otra vez con el primer cara a cara de la historia de las elecciones autonómicas, pero por el camino CiU ha recordado que el candidato socialista «se expresa mejor en castellano».Touché.