El camino a las urnas

La cuadratura del Círculo

NEUS TOMÀS / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando en julio el Tribunal Constitucional sentenció el Estatut y el presidente de la Generalitat, José Montilla, apeló al patriotismo de los catalanes para responder en la calle, el lobi de empresarios más influyente del país, el Cercle d'Economia, optó por mantenerse al margen, eso sí, tras un fuerte debate interno. Ahora la entidad que preside Salvador Alemany ha roto su silencio para constatar, primero, «el malestar extendido» que hay en Catalunya y su consiguiente «distanciamiento» respecto al resto de España, y, segundo, para reclamar a los grandes partidos que actúen si no quieren que la cosa vaya a peor. Les reclaman mayor altura de miras en el Parlament pero también en el Congreso de los Diputados puesto que, en un documento que hicieron público ayer, los empresarios proponen rehacer el pacto constitucional. Y ya se sabe que la Carta Magna solo se podrá tocar si PSOE y PP cambian, y mucho, de opinión.

El Cercle exige a los partidos que, para no contribuir más a la famosa desafección, no se pasen la campaña descalificándose mutuamente y ofreciendo a la ciudadanía «promesas vacías». Y situados ya en el día siguiente, aunque no los cita explícitamente, apela al sentido común de CiU y PSC. Les pide que, una vez celebradas las elecciones del 28-N, por el bien del país, actúen con generosidad, es decir, que esta vez no se dejen llevar por el «tacticismo». «Los programas electorales, y el apoyo que cada uno de ellos haya recibido, tendrían que aclarar las posiciones y facilitar el acuerdo entre los partidos», reclama este colectivo.

El empresariado catalán nunca ha escondido su preferencia por la sociovergencia y, aunque en su documento no se decanta por ninguna fórmula concreta, sí reclama que en la Cámara catalana se configure «una posición lo más amplia posible» para poder negociar con las instituciones del Estado. Ya se sabe que no hace falta estar dentro del Gobierno para apoyarlo.

«RECONDUCIR LAS FINANZAS» / En el 2006, este lobi también expresó su opinión, aunque, a diferencia de ahora, prefirió pronunciarse una vez celebradas las elecciones. Entonces se mostró crítico con la gestión del primer tripartito -«la negociación del nuevo Estatut casi ha monopolizado el debate político, dejando en segundo plano la respuesta a las principales inquietudes de la ciudadanía»-, y exigió a las fuerzas de izquierdas que garantizasen solidez, cohesión y un claro liderazgo en el Govern.

Esta vez el Cercle ha decidido hablar antes de la contienda, sin conocer el resultado final aunque, a tenor de las encuestas, pueda presuponerlo. El empresariado (al menos este) no se moja explícitamente y utiliza argumentos que podrían asumir tanto el socialista José Montilla como el convergente Artur Mas, pero lo cierto es que alguna de las propuestas del colectivo coincide con el discurso del candidato de CiU.

«El nuevo Gobierno deberá tomar decisiones, no siempre populares, para reconducir las finanzas públicas, para mejorar la competitividad del país», exige el Cercle. Y ayer mismo, Mas, en una conferencia en la Pedrera, alertó de que el próximo Ejecutivo catalán se encontrará con una situación financiera «tremendamente complicada, y -prosiguió- habrá que explicárselo con claridad a los ciudadanos».

Los empresarios también defienden que Catalunya deberá progresar «desde la autoestima y el aprovechamiento al máximo de nuestras capacidades». Y precisamente uno de los propósitos de Mas es «devolver la autoestima al país», maltrecha, en su opinión, por la gestión del tripartito. «Hay que levantar el ánimo del país, devolverle la ilusión y la autoestima. El país esta tocado pero no hundido y entre todos lo reflotaremos», proclamó el líder de CiU.

«CALLEJÓN SIN SALIDA» / El Cercle apuesta por reformar la Constitución, por desacralizarla después de 30 años, para conseguir restablecer los puentes rotos entre Catalunya y España: «La reformulación sin renuncias del acuerdo institucional en España, para salir todos más fortalecidos del callejón sin salida donde ahora nos hallamos». El PSOE solo quiere tocar la Constitución para reformar el Senado y conseguir que se convierta en una auténtica Cámara de representación territorial. Los socialistas catalanes, de momento, tampoco pretenden ir más lejos y critican que CiU proponga el concierto económico sabiendo que esto obligaría a tocar la Carta Magna. Por contra, los nacionalistas confían en que con una modificación de la LOFCA sea suficiente. De hecho, Mas desveló ayer cuándo y cómo piensa negociar el concierto económico. ¿Cuándo? En el 2012, con el próximo Gobierno central porque al actual de José Luis Rodríguez Zapatero ya lo da por amortizado. ¿Cómo? Ofreciendo estabilidad en el Congreso (peix al cove) a cambio de modificar el régimen fiscal para Catalunya y equipararlo al régimen foral vasco que nadie cuestiona. Además, el candidato nacionalista aspira a que tanto el PSOE como el PP comprendan que modificando el sistema de financiación, Catalunya tal vez pueda sentirse un poco más cómoda en este marco estatal después de la sentencia del Constitucional.