El camino a las urnas

ERC urde un lobi que llame el 28-N a ejercer el voto útil secesionista

Laporta y Puigcercós, en la marcha de antorchas de ERC en homenaje a Lluís Companys, el pasado octubre.

Laporta y Puigcercós, en la marcha de antorchas de ERC en homenaje a Lluís Companys, el pasado octubre.

JOSE RICO / Barcelona

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Dos amenazas se ciernen sobre Esquerra Republicana el 28-N: la abstención y la dispersión del voto independentista. Los electores que tomó prestados como voto útil frente al PP pueden darle ahora la espalda, por el desgaste de la gestión de gobierno y, sobre todo, por la eclosión de opciones secesionistas fuera del Parlament con serias aspiraciones a entrar en él. Así pues, los republicanos han optado por hacer bueno el dicho: «Si no puedes con tu enemigo, únete a él». La dirección de ERC ultima en secreto la constitución de una plataforma afín que, primero, abogue por la unidad de acción de todas las candidaturas independentistas; segundo, pida el voto para Esquerra, y tercero, integre a sus miembros en el partido. Una labor con la que capitalizar y aglutinar un espacio electoral muy fragmentado para contrarrestar la pulsión creciente de Reagrupament y Solidaritat Catalana.

El proyecto consiste en reclutar a un grueso de personas que funcione como lobi de ERC, al estilo de lo que hizo Ciutadans pel Canvi con el PSC de Pasqual Maragall en las elecciones de 1999. La primera misión de los adheridos sería expresar, a través de un manifiesto titulado Entesa per la llibertat, su apoyo al candidato Joan Puigcercós y reclamar un pacto poselectoral que obligue a los grupos que apuestan por la ruptura a consensuar una estrategia parlamentaria en esta dirección.

DISCURSO SINCRONIZADO / El borrador de este manifiesto, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, exige un compromiso «firme y público» de estos partidos de que trabajarán para que Catalunya ejerza el derecho de autodeterminación «con o sin el beneplácito de las instituciones españolas». Precisamente ayer, Puigcercós defendió que la secesión solo llegará «fuera de la legalidad española», lo que sitúa su discurso más cerca del de Reagrupament y Solidaritat, partidarios de una declaración unilateral de independencia.

De hecho, el reloj de Puigcercós está bien sincronizado con el de los futuros militantes de esta plataforma. Una vez hecho público el manifiesto, algo que está previsto para finales de este mes, será el líder republicano quien mueva ficha. ERC prepara un acto «en un lugar simbólico» de Catalunya y con un «título solemne» en el que Puigcercós ofrecería formalmente esa alianza posterior a los comicios. Una posible fecha, no menos significativa, que ronda por la cabeza al equipo de campaña de ERC para celebrar este acontecimiento es el 12 de octubre, Día de la Hispanidad y también jornada de consulta soberanista en L'Ametlla de Mar (Baix Ebre).

Para culminar la escenificación de la sinergia, el lobi presentaría, pocos días antes del inicio de la campaña electoral, un segundo manifiesto que contendría un explícito llamamiento a apoyar a Esquerra en las urnas como forma de «voto útil». Aglutinar al independentismo deviene clave si no se quiere desafiar a la ley electoral, que castiga la división de un mismo voto, y más combinado con una elevada abstención.

Los republicanos están tanteando, además, la posibilidad de rematar este proyecto, ya después de las elecciones, con un llamamiento de la plataforma a entrar en las filas del partido. A buen seguro, los resultados del 28-N determinarán la idoneidad de llevar a cabo esta última fase de la estrategia republicana y ayudarán a esclarecer el futuro del lobi, pensado para «ayudar desde dentro o desde fuera» al trabajo de ERC. Fuentes de la dirección del partido aseguraron que este proceso todavía se encuentra en fase «embrionaria», y recordaron que los interesados en formar parte del proyecto son quienes deben dar el primer paso.

EL PERFIL / La cúpula republicana ya ha contactado con algunos de ellos. Se busca un perfil claro: las siglas de la izquierda independentista que no se presentan a las elecciones (CUP, PSAN, MDT, EPM, LCR...) y miembros de entidades culturales y medios de comunicación (Òmnium, la Coordinadora d'Assemblees per la Llengua y las revistas Sàpiens y Descobrir). Con este movimiento, Esquerra se lanza a la lucha por el voto independentista indeciso y, por consiguiente, asume que, lejos de su discurso oficial, Reagrupament y Solidaritat no solo pescarán en el río de CiU.