Artur Mas, en su salsa rosa

Artur Mas compartió ayer plató con la cantante Rebeca, que afirma ser la examante del torero Fran Rivera -la vocalista dijo que estuvo con él porque Rivera "está muy bueno"-, y también con el compositor Alfonso Santiesteban y su exmujer, Marisa Medina, quien la semana pasada había confesado en Sálvame Deluxe (Tele 5) que estaba gravemente enferma y los médicos le habían dado entre uno y dos años de vida. «¿Qué mejor manera de celebrar la Diada que tener esta noche al hombre que puede convertirse en el próximo president de la Generalitat?», comenzó diciendo Jordi González, presentador de La noria, de la misma cadena, un programa de tintes faranduleros y alto volumen de discusión al que cada vez acuden más políticos.

Se le ve cómodo al presidente de CiU en espacios que no son solo políticos. Hace meses apareció en El club del chiste (Antena 3) y contó uno de catalanes, otro picante y un tercero de Jaimito. Ayer también hizo gala de ese saber estar en escenarios alejados de su día a día. Este no parecía fácil. Nada más comenzar el programa, Alfonso Rojo -encargado de entrevistarle junto a González y las también periodistas María Antonia Iglesias y Pilar Rahola- le dijo algo que sonó más a mandato que a consejo o, por supuesto, a pregunta: Rojo dijo que, cuando fuese president (el tertuliano no albergó dudas de que lo sería), «lo primero que tenía que hacer» era acabar con la norma lingüística sobre rotulación en los comercios. Y Mas, que cuando Rojo le apretó contó con la ayuda de Rahola (Rahola es biógrafa de Mas y en momentos de la retransmisión de ayer compartieron guiños y anécdotas), contestó, flemático, que Catalunya necesitaba «defender el catalán».

La teoría de los sapos

«Tengo que dar la cara», dijo durante el programa para explicar por qué estaba ahí. El día antes, consciente de que puede chocar su presencia en un lugar en el que la semana pasada el tertuliano Jimmy Giménez Arnau se había reído de Miss Universo 2010, la mexicana Jimena Navarrete, el líder de CiU explicó que La noria era «una oportunidad para llegar a una gente a la que puede que no llegues de otra forma». El espacio es el más visto en su franja y Mas sigue la estela de otros políticos, como el titular de Fomento, José Blanco.

Al nacionalista le sacaron al notario, le preguntaron si pactaría con el PP y le pidieron que dijese si este partido había hecho más o menos que el PSOE por Catalunya y que concretase cuándo creía que debería celebrarse un referendo de autodeterminación. Pero Mas no concretó, en una entrevista general en la que cosechó muchos aplausos. Como cuando expuso la «teoría de los sapos»: «Si uno se dedica a esto», dijo, cada noche tiene que comerse «un sapo», salvo algunas veces en las que tiene que comerse «dos». Se despidió recitando un poema de Baudelaire en catalán y hablando en francés. Más aplausos.