REUNIÓN DE REPRESENTANTES DEL MUNDO LOCAL INDEPENDENTISTAS

El partido de la patria

La visita 8El alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, ayer entre otros los participantes durante la visita al monasterio de Sant Pere de Rodes.

La visita 8El alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, ayer entre otros los participantes durante la visita al monasterio de Sant Pere de Rodes.

TONI SUST
EL PORT DE LA SELVA

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Genís Pinart, alcalde de El Port de la Selva (Alt Empordà), es un hombre enérgico que habla en voz alta y no parece guardarse nada. Ayer fue anfitrión de representantes de 43 municipios (20 alcaldes y varios concejales) que se han declarado en los últimos meses «moralmente excluidos» de la Constitución y que se reunieron en el monasterio de Sant Pere de Rodes. Pinart fue rotundo: «Hoy no hay partidos. Hoy somos todos del partido de la patria».

Pinart prendió la mecha y 72 localidades le han seguido. En total, casi uno de cada diez municipios catalanes. El pasado 5 de julio, El Port de la Selva se declaró moralmente excluido de la Carta Magna por la sentencia del Estatut. ¿Qué supone eso? Pinart lo tiene claro: «Significa que hemos perdido el miedo, que la nefasta sentencia ha hecho que perdamos el miedo». Y, sin querer, rimó: «El camino a la independencia empezó con la sentencia».

La reunión de ayer puede ser ignorada, pero los participantes consideraron que es el embrión de algo. El tiempo lo dirá. A Sant Pere de Rodes acudieron representantes de varios partidos, con la previsible ausencia del PP pero también de integrantes significativos del PSC: varios alcaldes socialistas se han sumado a los moralmente excluidos, pero ni son mayoría ni se hacen notar.

Vila d'Abadal, Vilagrà, Móra

Entre los asistentes, caras conocidas, como la de la alcaldesa de Santpedor (Bages) y diputada de Esquerra en el Parlament Laura Vilagrà, y la de Josep Maria Vila d'Abadal, alcalde de Vic, y, junto con Lluís Recoder, el dirigente de CiU con más peso en el ámbito municipal.

Vila d'Abadal es también el alcalde más importante de Unió, partido que no es independentista, como no lo es su líder, Josep Antoni Duran Lleida. Sin embargo, el alcalde hizo un discurso secesionista, con toques de prudencia y gradualismo.

También acudieron actores principales del independentismo político-social emergente en los últimos tiempos, como el alcalde de Arenys de Munt (Maresme), Carles Móra, y el alcalde de Sant Pere de Torelló (Osona), Jordi Fàbrega, de la Entesa del Progrés Municipal, asociada a ICV, también delegado del Govern en la Catalunya central, pero que suele ser noticia por casi todo menos por ese cargo.

Cuando llegaron los discursos se apreció quienes son políticos de ámbito local y quienes están acostumbrados a salir en la tele y hablar a las masas: los segundos no sueltan el micrófono. Uno de los que habló lo suyo fue Móra, aunque en realidad parece más un sacerdote que un político. Y se esfuerza con tozudez en abonar esa imagen con su lenguaje parroquial: «Este año he hecho más de 35.000 kilómetros para predicar la buena nueva de las consultas populares. Todos somos llamados a la liberación de nuestro pueblo». Fàbrega se mostró más terrenal. Llamó a convencer, por ejemplo, a los no independentistas que celebraron la victoria de España en el Mundial, y advirtió: «La lengua castellana forma parte de la realidad nacional catalana».

La reunión de ayer es un principio. Se pactó y se leyó un compromiso que subraya que los municipios no quieren influir en las elecciones autonómicas. Esperarán y pedirán hora al president que salga de las urnas para explicarle lo que quieren. Aunque está bastante claro, como indica el compromiso, con la enésima cita a Joan Maragall: «Quizá ya ha llegado la hora de empezar a decir adéu, Espanya de forma pacífica y cordial».